Tribuna:

Cuenta nueva

La inversión ha asumido ya el impacto de las declaraciones del ministro de Economía, iniciando tímidos tanteos en torno a unos cuantos valores. La presión del papel fue ya muy pequeña a primeras horas de la mañana de ayer y enseguida se convirtió en un precario equilibrio roto tras la apertura de Wall Street, mercado que consiguió un avance de 43 puntos en pocos minutos y devolvió la calma a la Bolsa española.El problema es ahora de confianza, no tanto en el mercado como en el equipo de Gobierno y en su indiscriminada utilización de los datos económicos. Los inversores extranjeros han deshecho...

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La inversión ha asumido ya el impacto de las declaraciones del ministro de Economía, iniciando tímidos tanteos en torno a unos cuantos valores. La presión del papel fue ya muy pequeña a primeras horas de la mañana de ayer y enseguida se convirtió en un precario equilibrio roto tras la apertura de Wall Street, mercado que consiguió un avance de 43 puntos en pocos minutos y devolvió la calma a la Bolsa española.El problema es ahora de confianza, no tanto en el mercado como en el equipo de Gobierno y en su indiscriminada utilización de los datos económicos. Los inversores extranjeros han deshecho posiciones con celeridad y no parece fácil que vuelvan antes del otoño, a menos que se explique detenida y convincentemente la cuestión del agujero presupuestario.

El mercado de deuda también comenzó a marcar recuperaciones en los precios y la rentabilidad de la emisión a 10 años bajó al 8,90%, reduciendo el diferencial con Alemania en una centésima. El índice de la Bolsa de Madrid subió un 1,03%, pero en este mes cede el 6,07%. El Ibex 35 ganó un 1,19%.

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