Editorial:

Israel retoma el diálogo con Arafat

EL PROCESO de paz entre israelíes y palestinos parece recuperarse del parón que le impuso Benjamín Netanyahu con su elección en mayo como primer ministro de Israel. La reunión ayer en Gaza entre el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, y el ministro israelí de Exteriores, David Levy, constituye un nuevo punto de inflexión. Aunque Netanyahu siga sin comprometerse personalmente, el Gobierno israelí vuelve a hablar con Arafat. Levy es algo más que un ministro de Asuntos Exteriores, de hecho es el segundo hombre del Gabinete. Sus manifestaciones tras la reunión con Arafat fu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

EL PROCESO de paz entre israelíes y palestinos parece recuperarse del parón que le impuso Benjamín Netanyahu con su elección en mayo como primer ministro de Israel. La reunión ayer en Gaza entre el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, y el ministro israelí de Exteriores, David Levy, constituye un nuevo punto de inflexión. Aunque Netanyahu siga sin comprometerse personalmente, el Gobierno israelí vuelve a hablar con Arafat. Levy es algo más que un ministro de Asuntos Exteriores, de hecho es el segundo hombre del Gabinete. Sus manifestaciones tras la reunión con Arafat fueron las más conciliadoras hacia el proceso de paz y el diálogo con los palestinos hechas hasta ahora por un miembro del nuevo Gobierno.El líder palestino ha mostrado una vez más su estatura política. Durante semanas resistió con inteligencia y temple -y quizás con información privilegiada- el ninguneo a que le sometió Netanyahu desde las elecciones. No cortó ningún puente ni agitó las aguas. Ayer transmitió sus mejores deseos al primer ministro y empezó a sacar los frutos de su paciente actitud. Formalmente no se ha acordado nada nuevo. Pero se han reafirmado los acuerdos pasados y retomado el clima de negociación para aplicarlos y completarlos en una evolución que proseguirá ahora a nivel ministerial.

Levy ha afirmado que Israel cumplirá -desde la reciprocidad- lo pactado en los acuerdos de Oslo. Incluso los acelerará si no hay atentados antiisraelíes. Esto significa reanudar las negociaciones sobre el status definitivo que en 1999 deben tener Gaza y Cisjordania. Y en un futuro más inmediato -aunque sin fecha fija, según Levy- se cumplirá la retirada israelí de Hebrón, que constituye un compromiso crucial por parte de Israelcon el mantenimiento del proceso de paz.

Netanyahu se reserva Y mantiene varias caras, unas duras y otras más conciliadoras. Sigue siendo prisionero de su. propia campaña electoral y de los aliados más intransigentes de su coalición. Entregó a Ariel Sharon el ministerio a la medida que reclamaba. Pero éste no dudó ayer en volver a tachar públicamente a Arafat de "criminal de guerra", mientras otros ultras criticaban el encuentro entre Levy y el dirigente palestino. Pero Netanyahu está aprendiendo las realidades del poder.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El primer ministro afirma que sólo se verá con Arafat si lo requiere la seguridad de Israel. Con sus viajes a Estados Unidos, Jordania y Egipto, Netanyahu parece querer asumir personalmente el diseño de la política de alianzas internacionales de Israel. En ella no parece que tenga lugar, por el momento, un acuerdo con Siria para la retirada israelí de! los altos del Golán. Pero probablemente tampoco el régimen de Hafez el Asad esté reaImente interesado en tal acuerdo. Por otra parte, el intercambio de prisioneros con Hezbolá, cuya negociación inició el Gobierno de Peres, podría indicar ciertas intenciones del nuevo Ejecutivo de cerrar el último frente bélico que tiene abierto.

Los gestos de ayer tienen aún que traducirse en medidas concretas y en especial en la continuación del intercambio de territorios por paz. Arafat afirmó que el diálogo con Levy había sido "a corazón abierto". Sin duda se refería a la sinceridad del intercambio de pareceres, más que a la intervención quirúrgica a que se está sometiendo un proceso de paz que de la sala de las agonías está pasando a la unidad de cuidados intensivos. Muchos cuidados requiere este frágil paciente para proseguir su convalecencia sin sufrir fatales recaídas.

Archivado En