Crítica:

La salsa caribeña salpica el pantano de Lanuza

Los esfuerzos realizados desde hace un lustro por el equipo que puso en marcha el festival Pirineos-Sur en el escenario flotante del pantano de Lanuza (Valle de Tena-Huesca) se están viendo recompensados largamente este año donde, sin el tirón de las grandes figuras de cartel de ediciones anteriores, el público ha acudido masivamente. Cerca de cuatro mil personas se dieron cita la noche del sábado para disfrutar de un programa que se presentaba muy atractivo. El protagonismo dado este año a la música caribeña, con grandes sorpresas entre los actuantes, supone, hasta el próximo doce de agos...

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FESTIVAL PIRINEOS-SUR

Los esfuerzos realizados desde hace un lustro por el equipo que puso en marcha el festival Pirineos-Sur en el escenario flotante del pantano de Lanuza (Valle de Tena-Huesca) se están viendo recompensados largamente este año donde, sin el tirón de las grandes figuras de cartel de ediciones anteriores, el público ha acudido masivamente. Cerca de cuatro mil personas se dieron cita la noche del sábado para disfrutar de un programa que se presentaba muy atractivo. El protagonismo dado este año a la música caribeña, con grandes sorpresas entre los actuantes, supone, hasta el próximo doce de agosto, una oferta musical con garantías de éxito.La primera de las sopresas para los organizadores, que al igual que otros años coordina en la parte técnica Luis Calvo, tuvo lugar el primer fin de semana del festival. En la noche del día 13 de julio casi hubo que colgar el cartel de "no hay billete". El programa anunciaba la actuación de Alpha Blondy. Su caliente reggae africano y la brillante actuación del grupo zaragozano Los Especialistas (con mejores apoyos fuera que dentro de su comunidad) volvieron a crear una noche mágica en el Pirineo.

El segundo fin de semana no fue menos soprendente. En el cartel se anunciaban significados represenantes de los dos sectores que integran la música cubana actual: los instalados en Miami y quienes, pese a las dificultades internas, prosiguen en el interior de la isla. El viernes, Cándido Fabré fascinó a los entendidos con su joven veteranía de sonero. Le siguió el Caribean Jazz Project con un resabiado Paquito D'Rivera al frente. Hubo alusiones políticas, pero sobre todo convivencia artística.

La salsa caribeña dio su mejor sabor al Festival Internacional de las Culturas (como fue bautizado por sus promotores, el equipo que dirigieron Eva Almunia y Carlos Escó desde la Diputación de Huesca), en la noche del sábado. A la platafórma flotante se subieron la guajira -como ella misma se denominó reiteradamente- Albita y el multitudinario Gran Combo de Puerto Rico. La joven y atrevida cantante cubana, que se desviste el alma con canciones provocadoras, combina los temas populares de la cultura caribeña, como guajiras, boleros, salsa y guarachas, con su innovadora interpretación. Al día siguiente el broche de un fin de semana a ritmo caliente lo puso el reggae de Culture.

Las próximas visitas, además de las actúaciones entre semana de Kali y Malavoi, Mau Mau y Lo`jo Triban, serán las de la veterana cantante argelina, considerada la reina del rai, Rimitti, y las isleñas Hijas del Sol. Para después se anuncia a Missión Hispana, Ala dos Namorados, Yair Dalai y los aragoneses que rompen en las fiestas populares Ixo Rai.

Paralelamente al festival se desarrollan varios talleres de peluquería africana, merengue, danza y percusión africanas, salsa, vallenato y reggae; tiene lugar también una muestra de cine Especial Caribe y hay abiertas varias exposiciones, además del ya clásico escenario de los mercados del mundo.

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