Nigel Kennedy escapa de los clásicos y debuta en el pop con el disco 'Kafka'

El violinista convirtió 'Las cuatro estaciones' de Vivaldi en superventas

"Estaba rodeado de gente que me llamaba Vivaldi día tras día. Tenía que escapar de ese ambiente. Necesitaba trabajar con un equipo diferente y enfrentarme a mi próximo disco como si se tratara de mi primer proyecto", explica Nigel Kennedy, el virtuoso del violín que hizo de Las cuatro estaciones un superventas. Kafka, una colección de canciones compuestas y producidas por el violinista británico, es el resultado de la pelea interna y externa de un autor que trata de romper los esquemas de la música clásica.

"Me imaginé entre los personajes de Metamorfosis. Tomé el papel de violin...

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"Estaba rodeado de gente que me llamaba Vivaldi día tras día. Tenía que escapar de ese ambiente. Necesitaba trabajar con un equipo diferente y enfrentarme a mi próximo disco como si se tratara de mi primer proyecto", explica Nigel Kennedy, el virtuoso del violín que hizo de Las cuatro estaciones un superventas. Kafka, una colección de canciones compuestas y producidas por el violinista británico, es el resultado de la pelea interna y externa de un autor que trata de romper los esquemas de la música clásica.

"Me imaginé entre los personajes de Metamorfosis. Tomé el papel de violinista clásico que, aunque prepara su propia música, sigue siendo la misma persona. Al mismo tiempo, 10 de los 11 temas tratan sobre cambios y transformaciones", explica Nigel Kennedy en referencia a la obra del autor que presta el título a su disco.El antaño niño prodigio, que encontró un hueco en el Libro Guiness de los récords en función a las ventas de Las cuatro estaciones de Vivaldi, se considera un músico en el sentido más amplio de la palabra. Se niega, por tanto, a dejarse encasillar en un estilo determinado y, en esta ocasión, hace frente a la industria sacando su nueva entrega por los hasta ahora, para él, inéditos canales del pop.

Kafka arranca con un par de temas próximos al rock más duro, se detiene en sonidos propios de la música celta y alcanza una acogedora sensibilidad en las canciones más lentas. Manu Katché, batería de Sting; el guitarrista Doug Boyle, y el violinista Stephane Grapelly son algunos de los músicos que colaboran en este comprometido trabajo.

"Quería alejarme de la música a gran escala y convertir el concepto de melodía en el ingrediente esencial de las canciones. En definitiva, deseaba volver a la simplicidad. Además, llevo 30 años interpretando la obra de los grandes compositores y pensé que había llegado el momento de hacer algo creativo", explica.

Kennedy dedicará los próximos meses a promocionar en directo sus composiciones. Combinará en los conciertos temas de Kafka con sus versiones de Jimi Hendrix y con nuevas canciones que prepara sobre viajes espirituales. Hoy tocará en Barcelona y mañana en Madrid, sólo para la prensa, para presentar sus nuevos temas.

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