Se suspende un macrofestival de rock por asistir sólo 89 personas

Debían ser al menos 8.000. Pero sólo fueron 89. Ni siquiera aquellos que, según dijo la organización, habían comprado sus entradas con antelación acudieron al Sot del Migdia. El I Festival Pop Rock de Barcelona, 34 horas de música non-stop, tuvo que suspenderse cuando sólo habían actuado 3 de los 29 grupos que figuraban en el programa.A las 0.30 horas del sábado, el Sot del Migdia ofrecía un aspecto desolador. Nacho Campillo había acabado de actuar ante una cantidad de público que hubiese cabido con holgura en un vagón del metro, y al bajar del escenario su representante le cogió...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Debían ser al menos 8.000. Pero sólo fueron 89. Ni siquiera aquellos que, según dijo la organización, habían comprado sus entradas con antelación acudieron al Sot del Migdia. El I Festival Pop Rock de Barcelona, 34 horas de música non-stop, tuvo que suspenderse cuando sólo habían actuado 3 de los 29 grupos que figuraban en el programa.A las 0.30 horas del sábado, el Sot del Migdia ofrecía un aspecto desolador. Nacho Campillo había acabado de actuar ante una cantidad de público que hubiese cabido con holgura en un vagón del metro, y al bajar del escenario su representante le cogió por la cintura haciéndole un gesto de ánimo. El público esperaba la siguiente actuación, Manolo Tena, pero los dos escenarios del festival estaban vacíos y sin luces. Una hora y media después, la encargada de prensa del festival hacía pública la suspensión del mismo por falta de público. Acababa así un festival que había de durar hasta la mañana de hoy, domingo, un non-stop que frenó 100 metros más allá de la línea de salida.

Al festival sólo le faltaron dos, cosas: notarios del Guinness y lluvia. Las cara de los músicos eran un poema. A las 2.15 horas llegaba la sección de ritmo de Marc Parrot a la puerta del Sot. Su actuación estaba prevista a las 4.45 horas. Cuando Marc, aún sin superar el impacto de la suspensión, les dijo que el concierto estaba cancelado, Joan Anton Mas y Sergi Riera expresaron el desencanto de la criatura a quienes los Reyes han traído carbón. "¿Será una broma, no?", preguntaron incrédulos. Con todo, fueron afortunados, pues al menos no hubieron de tocar ante 89 personas.

Ese fue un trago del que la suspensión salvó a 26 grupos: a todos menos a Konvoy, Los Rebeldes y Nacho Campillo. Los empleados no se lo explicaban: "¿No es éste el verano de los festivales?", se preguntaban con ingenuidad. En el enorme Sot del Migdia un aparatoso despliegue de ocio no había atraído a más de 89 ociosos. La organización emitió ayer tarde un comunicado en el que se limitaba a informar de la suspensión de la fiesta por falta de público.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En