Moneo se defiende de las críticas al auditorio donostiarra

El arquitecto Rafael Moneo dió ayer su concepción sobre el carácter del auditorio que construye al borde del mar en San Sebastián. El edificio, una serie de cubos de vidrio y metal de grandes dimensiones, "establecerá la transición entre el viejo y el nuevo siglo", dijo Moneo en una visita a las obras. Frente a las críticas suscitadas por las dimensiones del edificio y su estética, Moneo aseguró que el auditorio se enmarcará entre un arquitectura de principios del siglo de "manera ventajosa" para la ciudad.Una semana después de recibir en Los Angeles el premio Pritzker, el galardón que reconoc...

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El arquitecto Rafael Moneo dió ayer su concepción sobre el carácter del auditorio que construye al borde del mar en San Sebastián. El edificio, una serie de cubos de vidrio y metal de grandes dimensiones, "establecerá la transición entre el viejo y el nuevo siglo", dijo Moneo en una visita a las obras. Frente a las críticas suscitadas por las dimensiones del edificio y su estética, Moneo aseguró que el auditorio se enmarcará entre un arquitectura de principios del siglo de "manera ventajosa" para la ciudad.Una semana después de recibir en Los Angeles el premio Pritzker, el galardón que reconoce la labor de quienes han engrandecido la arquitectura, Moneo recorrió las obras del auditorio que ha diseñado para San Sebastián. El proyecto se levanta al borde de la playa de la Zurriola, sobre el solar que ocupó el casino Kursaal.

El arquitecto destacó la importancia de la obra, sobre todo por el espacio privilegiado que ocupa, y por sus características formales. Moneo, de 59 años, que entiende la arquitectura contemporánea como una expresión de la libertad individual, señaló que el proyecto del Kursaal es "profesionalmente uno de los proyectos más atrevidos, y con más riesgo".

Aunque ya está finalizada la primera fase de la construcción, aún no se ve la estructura que sostendrá el edificio. Acabada la cimentación, la segunda fase de la obra, avanza por el subsuelo. Antes de finalizar el verano estarán adjudicados los trabajos más importantes, que supondrán un 80% del total. Las previsiones señalan que el auditorio estará acabado a finales de 1998.

El alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, aprovecho la visita a las obras para despejar las sombras que deslucen el proyecto, por un lado la oposición ciudadana a su construcción y por otro las dificultades financieras. "La obra es un hecho que no tiene paso atrás", recalcó el alcalde. "Los ciudadanos tenemos que empezar a amarlo".

El proyecto de auditorio cuenta con un presupuesto cercano a los 9.000 millones de pesetas. Más de 7.200 millones del total serán aportados por las instituciones implicadas en el proyecto (el Ayuntamiento de San Sebastián, el Gobierno Vasco, la Diputación de Guipúzcoa, el Ministerio de Cultura y la Unión Europea), pero el resto aún no ha, sido asumido. Según los responsables municipales, las obras se están adjudicando en cifras inferiores a las previstas y prevén que este ahorro pueda cubrir la diferencia.

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