Estrellas bajo el brazo

La Vía Láctea, el polvo cósmico y los planetas han dejado de ser un misterio para los escolares de Móstoles (199.400 habitantes) desde la semana pasada. La razón no es una oferta de viajes baratos a la Luna, sino el aterrizaje de un planetario hinchable en los gimnasios de los colegios de la localidad, a petición de la concejal de Educación Ángea Álvarez de Izquierda Unida.Dentro de la bóveda celeste los alumnos aprenden astronomía en clases de 45 minutos guiadas por monitores especializados. Cada mañana una media de 60 alumnos de quinto de EGB desfilan a gatas hacia el interior del globo hinc...

La Vía Láctea, el polvo cósmico y los planetas han dejado de ser un misterio para los escolares de Móstoles (199.400 habitantes) desde la semana pasada. La razón no es una oferta de viajes baratos a la Luna, sino el aterrizaje de un planetario hinchable en los gimnasios de los colegios de la localidad, a petición de la concejal de Educación Ángea Álvarez de Izquierda Unida.Dentro de la bóveda celeste los alumnos aprenden astronomía en clases de 45 minutos guiadas por monitores especializados. Cada mañana una media de 60 alumnos de quinto de EGB desfilan a gatas hacia el interior del globo hinchable con la esperanza de disfrutar de la clase más divertida del día, "aparte del recreo", según algunos estudiantes.

Dentro de la esfera de plástico y tela, que se mantiene en pie gracias a un turboventilador instalado en una de sus bocas, reciben un primer impacto al ver que los planetas están al alcance de la mano. "Seño, si están tan próximos los planetas, ¿por qué no los vemos por la noche desde la terraza", inquirían los alumnos más aventajados.

Para responder a esa cuestión, la tutora cuenta con la ayuda de dos especialistas que, casi en forma de cuento, desvelan a los chavales los secretos estelares. Después de la visita, cada docente recibe un programa de actividades con el que se completa la iniciación de los estudiantes a la aventura de: la astronomía.

Y es que la idea de crear un planetario móvil que se monta y desinfla en cinco minutos para abastecer a varios colegios cada día, partió de la experiencia de su propieltario, Walter Kapelas, en Estados Unidos. "Allí cada centro tiene su taller práctico de astronomía, mientras que otros países no se lo pueden, permitir económicamente", señala este heleno de 38 años.

"No pretendemos ser competencia del Planetario de Madrid, pero sí que el mayor número posible de niños se familiarice con esta materia", añade.

Precisamente la concejal de Educación de Móstoles ha sido la más atrevida de todos los municipios de la zona al confiar en el programa educativo del planetario móvil, por el que pasarán 5.000 mostoleños de quinto de EGB hasta el 7 de junio.

"Apoyo esta idea que, además, ha sido avalada por la Dirección General de Educación de otras comunidades autónomas", explica la edil. "Además, en esta ciudad jamás se había puesto en práctica una iniciativa de estas características", concluye.