FERIA DE NIMES

Buen comienzo para Cristina Sánchez

La cosa, en principio, estaba bien preparada. Por primera vez, una mujer tomaba la alternativa en lo que, un tanto ridículamente, ha venido en llamarse temporada europea, para meter en el mismo saco taurino a Francia y España.Ganadería de lujo, dos figurones del toreo como padrino y testigo, un marco único, un lleno y un público predispuesto a arropar a Cristina Sánchez. Sin embargo, fallaron dos cosas, por un lado la presencia y la fuerza de las reses y, por otro, la presidencia y sus asesores, que dieron un auténtico petardo, demostrativo de su incompetencia, al ordenar la vuelta al ruedo en...

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La cosa, en principio, estaba bien preparada. Por primera vez, una mujer tomaba la alternativa en lo que, un tanto ridículamente, ha venido en llamarse temporada europea, para meter en el mismo saco taurino a Francia y España.Ganadería de lujo, dos figurones del toreo como padrino y testigo, un marco único, un lleno y un público predispuesto a arropar a Cristina Sánchez. Sin embargo, fallaron dos cosas, por un lado la presencia y la fuerza de las reses y, por otro, la presidencia y sus asesores, que dieron un auténtico petardo, demostrativo de su incompetencia, al ordenar la vuelta al ruedo en el arrastre para el quinto toro, que en absoluto la mereció y que hubo de dar entre una sonora bronca.

Alcurrucén / Romero, Manzanares, Sánchez

Toros de Alcurrucén, muy justos de presencia y faltos de fuerza, nobles.Curro Romero: oreja y aplausos. José Marí Manzanares: dos orejas; dos orejas y rabo. Cristina Sánchez, que tomó la alternativa: oreja; aviso y oreja. Manzanares salió a hombros por la Puerta de los Cónsules y Cristina Sánchez por la de cuadrillas. Plaza de Nimes, 25 de mayo. Lleno.

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La fiesta, no obstante, tuvo lugar, con un cierto tono triunfalista en algún momento, pero fiesta, al fin y al cabo. La ocasión lo merecía, porque Cristina Sánchez es un caso único de vocación, valor, esfuerzo, torería y amor a la profesión.

Era muy difícil para Sánchez la papeleta. Afrontar la responsabilidad y superar la presión: supo hacerlo con aplomo y prácticamente siempre con serenidad. Tiene el oficio aprendido, sabe torear y ha superado muchas pruebas. Desde luego que habrá que verla con otro tipo de corridas, pero merece un esperanzado margen de confianza. Muy flojo el toro de la alternativa, lo muleteó con suavidad y temple, a media altura, y el animal fue quedándose cada vez más corto. Con la espada estuvo fácil. En el que cerró plaza, hizo con el capote lo mejor de su actuación, en unas magníficas verónicas y en un galleo para llevar el toro al caballo. Estuvo muy digna con la muleta. El animal se quedaba corto y ella mostró que le funciona la cabeza, intentando alargar las embestidas. También fácil con la espada, mucho más que otras veces, la presidencia la avisó inoportunamente cuando el astado doblaba.

Curro Romero y Manzanares mostraron su hombría y su educación acompañando a Sánchez en un día tan significativo para ella y no negándose, como otros, a torear en el mismo cartel. Y se sumaron, vaya si se sumaron, a la fiesta. Romero destapó el tarro de las esencias en su primero, con el capote y en una faena suavísima y de gran aroma, con algún derechazo de una lentitud que parecía imposible. El cuarto punteaba los engaños y echaba la cara arriba y el camero hasta mostró su decisión y se lo llevó a los medios, pero el lucimiento no fue posible. Y Manzanares tuvo una actuación espléndida, de maestro, sobre todo en su gran faena al quinto, prodigio de temple, ligazón, colocación y arte. Una faena para el recuerdo, planteada con inteligencia, plasmada con sentimiento y estéticamente deslumbrante. Lástima que la estocada, bien ejecutada, no cayera en su sitio.

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