Novillos modernos

Mientras la afición permita que el ganadero Juan Pedro Domecq siga gozando de la categoría que le conceden las cómodas figuras actuales, que encuentran en sus toros la mejor garantía para arriesgar lo mínimo, el aburrimiento seguirá al mando de esta fiesta.Después del fracaso de este hierro en la pasada Feria de Abril, la novillada de ayer rubricó el pésimo estado de estos bailarines modernos, sin presencia, sin fuelle, sin casta y sin bravura.

Además, mientras la autoridad sevillana baje cada vez más el rigor en los reconocimientos, y permita que se lidien en la Maestranza novilletes s...

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Mientras la afición permita que el ganadero Juan Pedro Domecq siga gozando de la categoría que le conceden las cómodas figuras actuales, que encuentran en sus toros la mejor garantía para arriesgar lo mínimo, el aburrimiento seguirá al mando de esta fiesta.Después del fracaso de este hierro en la pasada Feria de Abril, la novillada de ayer rubricó el pésimo estado de estos bailarines modernos, sin presencia, sin fuelle, sin casta y sin bravura.

Además, mientras la autoridad sevillana baje cada vez más el rigor en los reconocimientos, y permita que se lidien en la Maestranza novilletes sin trapío el futuro de esta fiesta seguirá oscuro.

Ayer, una tarde más, el triunfo no fue posible. No faltó la decisión de los novilleros, pero sus deseados novillos no permitieron gran lucimiento.

Domecq / Bejarano, Sánchez, Chicuelo

Novillos de Juan Pedro Domecq (3º y 5º, sobreros), mal presentados, inválidos y mansos.Vicente Bejarano: estocada (ovación); estocada (oreja). Cristina Sánchez: pinchazo, estocada tendida y tres descabellos (ovación); bajonazo (ovación). Chicuelo: estocada, dos descabellos y el novillo se echa (ovación); estocada (palmas). Plaza de la Maestranza, 12 de mayo. Más de media entrada.

Vicente Bejarano cortó una oreja después de una emotiva faena al cuarto, el único encastado de la tarde. Fue una pelea valiente, con momentos vibrantes, sobre todo con la mano izquierda, pero que supo a poco. Mandó más el novillo que el torero, a quien faltó sosiego.

Cristina Sánchez se despidió sin suerte de Sevilla. Su lote, insulso e inválido, sólo le permitió mostrar su torería, su técnica y su decisión, pero le impidió el triunfo. Brilló a gran altura con el capote, pero sus buenas maneras se estrellaron ante la sosería del segundo y las descompuestas embestidas del quinto.

Chicuelo tuvo destellos de gran torero, pero le faltó unidad a toda su labor. Maneja el capote con poca soltura, pero demuestra buena escuela con la muleta en la izquierda. Le falta, no obstante, experiencia, seguridad y continuidad.

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