Aznar inicia con Fraga la ronda para oír las demandas autonómicas

José María Aznar ha querido reservarse el detalle de iniciar con Manuel Fraga, el presidente de la Xunta de Galicia y fundador del PP, que le impulsó hasta la presidencia del partido, el previsto peregrinaje de los presidentes autonómicos al palacio de la Moncloa para plantearle sus demandas. La decisión de conceder la primera audiencia oficial como presidente del Gobierno a Fraga tenía sobre todo componentes sentimentales. Así lo refrendó Fraga, que negó cualquier influencia en la elección de los nuevos ministros y definió al Ejecutivo como "equilibrado", sin ideología y con "los principios p...

José María Aznar ha querido reservarse el detalle de iniciar con Manuel Fraga, el presidente de la Xunta de Galicia y fundador del PP, que le impulsó hasta la presidencia del partido, el previsto peregrinaje de los presidentes autonómicos al palacio de la Moncloa para plantearle sus demandas. La decisión de conceder la primera audiencia oficial como presidente del Gobierno a Fraga tenía sobre todo componentes sentimentales. Así lo refrendó Fraga, que negó cualquier influencia en la elección de los nuevos ministros y definió al Ejecutivo como "equilibrado", sin ideología y con "los principios populares europeos".

Fraga admitió las razones emotivas del encuentro en la tarde de ayer con Aznar en La Moncloa, pero quiso restarles importancia y enmarcó la cita desde un punto de vista reivindicativo. El presidente de la Xunta le entregó a Aznar un primer memorándum de asuntos pendientes del Gobierno central con su comunidad. Fue sólo un primer aviso.Fraga obtuvo ayer un compromiso de Aznar de escuchar al detalle todas esas deudas el próximo mes de junio. Sus conselleiros negociarán en Madrid con los ministros correspondiente.

Fuentes del PP explicaron que el documento de Fraga no es el único recibido por Aznar de sus presidentes autonómicos. Otros le habían remitido ya en las últimas semanas a su despacho de Génova 13, sede central del partido, reclamaciones muy parecidas por carta. Algunos, incluso, han cuantificado económicamente sus agravios históricos.

Fraga eliminó ayer de su vocabulario, en un día que calificó de "inolvidable", cualquier palabra que pudiera interpretarse como una queja. Dijo que había retirado el recurso de inconstitucionalidad contra la cesión del 15% del IRPF a las autonomías porque ya era "inútil", dado que ese sistema se ha acabado, y elogió el nuevo, pactado con los partidos nacionalistas.

El presidente gallego negó tajantemente haber influido para que Aznar incluyese en el Consejo de Ministros a personas de su confianza y a dos gallegos. El Ejecutivo, además, le encanta. No halla nada más que motivos para elogiarlo, por su equilibrio territorial, de edad y hasta de sexos. Luego apuntó que Francisco Vázquez, el alcalde de La Coruña y secretario general de los socialistas gallegos, está -"perdiendo el control" por sus críticas, y achacó éstas a que le teme como rival en las próximas elecciones autonómicas. Según Vázquez, Fraga "ha cometido una gran traición" al pueblo gallego al anunciar la retirada del recurso contra el 15% del IRPF.