Tarancón contó que Pablo VI tenía "reservas " sobre Opus Dei y jesuitas
El Papa Pablo VI tenía "reservas" sobre el Opus Dei y los jesuitas, según reveló el cardenal Vicente Enrique y Tarancón en su última entrevista, realizada nueve días antes de morir, en 1994, publicada ayer en la prensa italiana con motivo de las jornadas Pablo VI y España, promovidas por el Instituto Pablo VI de Brescia (norte de Italia).Aunque Tarancón manifiesta no poder revelar las palabras de Pablo VI sobre el Opus Dei, indica que "expresan claramente reservas. Esto está claro".
Tarancón recuerda que en los últimos años del franquismo destacados miembros del Opus formaron par...
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El Papa Pablo VI tenía "reservas" sobre el Opus Dei y los jesuitas, según reveló el cardenal Vicente Enrique y Tarancón en su última entrevista, realizada nueve días antes de morir, en 1994, publicada ayer en la prensa italiana con motivo de las jornadas Pablo VI y España, promovidas por el Instituto Pablo VI de Brescia (norte de Italia).Aunque Tarancón manifiesta no poder revelar las palabras de Pablo VI sobre el Opus Dei, indica que "expresan claramente reservas. Esto está claro".
Tarancón recuerda que en los últimos años del franquismo destacados miembros del Opus formaron parte del Gobierno y que dieron un matiz hostil a la política española hacia Pablo VI. "El clima que se respiraba en los Gobiernos de esos años, con miembros del Opus Dei, fue francamente adverso al Pontífice", subraya el cardenal.
Preguntado por cómo era posible que hombres tan cercanos a la Iglesia como los del Opus pudieran hacer sufrir al Papa, Tarancón responde: "Los hombres somos contradictorios y muchas veces una calamidad". El cardenal cita el caso de Laureano López Rodó, con quien afirma que era muy difícil entenderse, "ya que parecía que se hablaba con otro obispo, pero de otra iglesia".
Sobre los jesuítas, Tarancón afirma que en 1969 un grupo de miembros, apoyados por obispos y dirigentes de conferencias episcopales, presionaron a Pablo VI para que dividiese la orden, aprovechando las "reservas" que tenía sobre la misma. El Papa lo comentó con Tarancón y le confió que, pese a sus, reservas, "la peor solución habría sido romper la Compañía de Jesús".