LA SEMANA EN ROCK

Vuelven los veteranos del 'punk'

De que el tiempo corre que se las pela es buena muestra el regreso, la semana anterior, de dos nombres con historia dentro de la ya extensa crónica del punk. Volvieron los Misfits, con ese inequívoco olor a la podredumbre de las alcantarillas neoyorquinas y a una particular manera de hacer música rock, que tuvo su periodo dorado a finales de los setenta. El bajista, Jerry Only, era el único miembro de la formación original, pero el sonido del grupo en directo no desmereció al pasado. Es más, le daba una mano de actualidad, que no viene mal. Vestidos con cuero, peinados por el ene...

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De que el tiempo corre que se las pela es buena muestra el regreso, la semana anterior, de dos nombres con historia dentro de la ya extensa crónica del punk. Volvieron los Misfits, con ese inequívoco olor a la podredumbre de las alcantarillas neoyorquinas y a una particular manera de hacer música rock, que tuvo su periodo dorado a finales de los setenta. El bajista, Jerry Only, era el único miembro de la formación original, pero el sonido del grupo en directo no desmereció al pasado. Es más, le daba una mano de actualidad, que no viene mal. Vestidos con cuero, peinados por el enemigo y exhibiendo en su cuerpo un montón de horas de gimnasio, estos gladiadores del ruido provocaron una buena fiesta a base de decibelios, con temas como Die, die my darling, Horror Hotel o Black lights.

Otra vuelta sonada fue la de U. V. L, trío del proto-punk madrileño anterior al movidismo, o degeneración de la movida. En su presentación en la sala Revólver fueron teloneados por Los Picantes, un trío de la capital, de esos que empiezan poniendo el corazón en lo que hacen y fijándose en los grupos que tienen a su alrededor. Así, alguien les definió como un cruce entre los Nikis -éstos van convirtiéndose en referente para todos los que intentan hacer punk en castellano- y los Porretas . En cualquier caso, Los Picantes apuntan buenas maneras y sus canciones son fáciles de memorizar. Pero volvamos a la U. V. I.

Tres buenas piezas, como son Guille, Manolo y El Brasi, a los que se une uno de los guitarristas más killer de Madrid, El Pollo de Corazones Negros, propusieron en su regreso al directo la vuelta a los clásicos de la subversión eléctrica, mediante una puesta en escena anfetamínica en la que Manolo se salió como cantante. Daba gusto volver a oír temas que, en su época, ya estaban a la altura de lo que imponían los gurus británicos del género. Así, la U. V. I. desempolvó y sacó brillo a Amor frenopático, Odio en Suramérica, Alex vuelve o La policía y amenazan ahora con un nuevo elepé, cuyo título lo dice todo: Lo que necesitas es punk-rock. Los Sex Pistols pueden regresar tranquilos. Tendrán un buen comité de bienvenida.

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