Crítica:FLAMENCO - NIÑA PASTORI

Nacida con estrella

Y la niña formó el alboroto en su primera cita importante en Madrid. Muchedumbre en la puerta aspirando en vano a entrar en el local, enjambre de cámaras de televisión revoloteando entre un público entregado de principio a la joven cantaora que presentaba su primer disco, Entre dos puertos, en el que ha estado rodeada de un gran plantel de letristas y guitarristas flamencos.Niña Pastori comenzó su recital por cantiñas con la guitarra del que. viene siendo su primer tocaor actual, Manuel de María, y ya consiguió arrancar los primeros aplausos y gritos. Éstos redoblaron en el segun...

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Y la niña formó el alboroto en su primera cita importante en Madrid. Muchedumbre en la puerta aspirando en vano a entrar en el local, enjambre de cámaras de televisión revoloteando entre un público entregado de principio a la joven cantaora que presentaba su primer disco, Entre dos puertos, en el que ha estado rodeada de un gran plantel de letristas y guitarristas flamencos.Niña Pastori comenzó su recital por cantiñas con la guitarra del que. viene siendo su primer tocaor actual, Manuel de María, y ya consiguió arrancar los primeros aplausos y gritos. Éstos redoblaron en el segundo palo de bulerías por soleá, al que se sumó inesperadamente el autor de su música, Rafael Riqueni, quien tomó hábilmente las riendas del resto del recital, logrando sacarse la espina de su pasada actuación en el teatro Albéniz

Presentación del disco de Niña Pastori

Niña Pastori, cante; Rafael Riqueni y Manuel de María,, guitarras; José Antonio Losada, bajo eléctrico; Pau, batería; Lilian, teclados; Las Peligro, coro. Sala Caracol. Madrid, 29 de marzo.

Después siguieron los temas más significativos de la grabación, Tú me camelas, El portugués, Ese gitano, Anoche me diste un beso, coreados por un gran sector de la audiencia convertida en parte del espectáculo gracias a la estrella de San Fernando. Rosa María derrochó simpatía, dominio y lo que era fundamental, cantó muy bien, y por momentos pa rabiar, como se dice en la jerga del género.

A pesar de la melodía ciertamente pegadiza de los cantes y de algunos de sus textos carentes de sustancia flamenca, Niña Pastori, con su perfecta afinación, dejó oír su eco modernamente rancio, y supo sacar voz a partir de tonos en los que la mayoría de los intérpretes se agotan. Los tres bises finales en comunicación plena con la sala, acabaron por demostrar que la niña ha sido tocada pródigamente por el dedo corto de la fortuna.

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