Bombas contra la ocupación

"Luchamos por la libertad y nos llaman terroristas", dice el portavoz de Hamás en Irán

Usama Jamdán acude puntualmente a la cita en un hotel céntrico de Teherán. La barba cuidada y el traje oscuro y bien planchado le dan el aspecto de un burócrata iraní en vías de promoción. No llega a los 40 años, y sólo cuando sonríe, lo que ocurre con frecuencia, se le notan arrugas en las mejillas. Cuesta creer que este palestino bien trajeado, de modales educados e inglés impecable, sea uno de los hombres más buscados por Israel y, desde la cumbre antiterrorista de Sharm el Sheij del pasado miércoles, seguramente de los servicios secretos de Estados Unidos y un buen número de otros Gobierno...

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Usama Jamdán acude puntualmente a la cita en un hotel céntrico de Teherán. La barba cuidada y el traje oscuro y bien planchado le dan el aspecto de un burócrata iraní en vías de promoción. No llega a los 40 años, y sólo cuando sonríe, lo que ocurre con frecuencia, se le notan arrugas en las mejillas. Cuesta creer que este palestino bien trajeado, de modales educados e inglés impecable, sea uno de los hombres más buscados por Israel y, desde la cumbre antiterrorista de Sharm el Sheij del pasado miércoles, seguramente de los servicios secretos de Estados Unidos y un buen número de otros Gobiernos, incluyendo el de Yasir Arafat.Jamdán es el representante de Hamás en Irán y uno de los poquísimos exponentes visibles del grupo cuyos comandos suicidas están haciendo tambalear el proceso de paz en Oriente Próximo. En Teherán, donde está acreditado desde que fue deportado por los israelíes en 1991, se mueve como pez en el agua. Indudablemente, reflejo del apoyo moral de Irán a Hamás.

"Luchamos por nuestra libertad y nos llaman terroristas. ¿Acaso no ponían bombas los guerrilleros franceses durante la ocupación nazi? Sí que lo hacían, pero sólo los alemanes, los nazis, los llamaban terroristas", dice en el prólogo de una apasionada defensa de la lucha armada de los palestinos de Gaza, Cisjordania y Jerusalén oriental contra la ocupación israelí. "Las bombas son un instrumento de lucha contra la ocupación en Palestina, algo que en sí es una forma de terrorismo que nadie quiere reconocer", afirma.

Todo vale

En el mundo de Jamdán todo objetivo israelí es válido ahora: autobuses, estaciones de transporte, calles. "Al comienzo atacábamos objetivos militares, pero cuando los israelíes comenzaron a ensañarse con la población civil tuvimos que pagarles con la propia moneda. Se lo advertimos a los israelíes y no nos hicieron caso. Les dijimos que si seguían matando a nuestra gente tendrían que atenerse a las consecuencias", añade en una entrevista con EL PAÍS.

Según Jamdán, cuando el líder de la Yihad Islámica de Palestina Fathi Shkaki fue asesinado por agentes, israelíes en Malta en octubre pasado, Hamás se abstuvo de tomar represalias. Por canales indirectos, los israelíes les dijeron que iba a ser el último asesinato. Pero en enero pasado colocaron una bomba en el teléfono celular del líder guerrillero palestino Yaya Ayash, el legendario Ingeniero, y decapitaron una de las células más activas y especializadas del ala militar de Hamás. Ese crimen, dice Jamdán, fue la gota que colmó el vaso. La cadena de atentados en Israel debe ser analizada en ese contexto, añade.

Jamdán dice que la cumbre de Sharm el Sheij le tiene sin cuidado porque "sólo es una maniobra propagandística norteamericano-israelí contra el movimiento de liberación de los palestinos". Washington, explica, ha querido apuntalar al Gobierno de Simón Peres ante las elecciones israelíes del 29 de mayo. A EE UU le inquieta la perspectiva de un triunfo del derechista Likud porque pondría en riesgo el proceso de paz.

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Pero con cada bombazo la popularidad del Likud va en ascenso en Israel. ¿No es ése un motivo de preocupación para los propios palestinos? "De ninguna manera", responde Jamdán, "porque para nosotros Peres o Netanyahu son lo mismo. Difieren quizá en sus tácticas, pero comulgan en estrategia. En el fondo son la misma cosa". Y Jamdán insinúa que Arafat se está prestando peligrosamente al juego de Israel.

La policía de Arafat ha detenido a "más de mil palestinos en Gaza y Cisjordania en la última semana", dice Jamdán. No todos son miembros o simpatizantes de Hamás, "pero Arafat tiene que demostrar eficiencia" a Israel y EE UU. "Arafat está dando los primeros pasos para convertirse en un nuevo Antoine Lahd, añade haciendo alusión al jefe de la milicia proisraelí armada y financiada por Israel en el sur de Líbano. La campaña de Arafat contra Hamás "puede intensificarse, pero no cambiará nada". Tampoco provocará un enfrentamiento entre los militantes de Hamás y las fuerzas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). "No vamos a caer en ese error. Para nosotros, lo primero es continuar la lucha contra la ocupación israelí. Ésa es nuestra prioridad. No bajaremos la guardia ni entregaremos nuestras armas a Arafat", dice. "Nuestra lucha continúa".

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