Guitarras y armónicas

De Castellón llegaron Depression Claim y Shock Treatment, a presentar en la capital material y una forma personal e hispana del entender el punki rock. Los primeros, pletóricos de empuje juvenil, recuerdan a unos Nikis enfadados aunque con mayor nivel musical. Los segundos poseen un buen margen de experiencia y ya han resuelto la obtención de un sonido propio y áspero. Ambos han aceptado el reto de dar a traducción al castellano toda la colección de improperios adolescentes que conforma el nivel textual de un género musical que está cerrando el siglo. Tienen público y cancha para desarr...

De Castellón llegaron Depression Claim y Shock Treatment, a presentar en la capital material y una forma personal e hispana del entender el punki rock. Los primeros, pletóricos de empuje juvenil, recuerdan a unos Nikis enfadados aunque con mayor nivel musical. Los segundos poseen un buen margen de experiencia y ya han resuelto la obtención de un sonido propio y áspero. Ambos han aceptado el reto de dar a traducción al castellano toda la colección de improperios adolescentes que conforma el nivel textual de un género musical que está cerrando el siglo. Tienen público y cancha para desarrollarse.De un momento histórico algo más lejano son deudoras dos formaciones que han encontrado justo reconocimiento a su esfuerzo sobre los escenarios de la capital. The Smut Men vienen de Zaragoza y, con sólo un epé a sus espaldas, muestran buenas maneras a la hora de recrear con actualidad el rock rabioso de los Who o el más complejo y melódico de los Easybeats. Sólo precisan un poco de rodaje para abrirse un hueco entre tanta competencia. The Stupid Baboons, sin embargo, han logrado con un sólo elepé bragarse y adquirir un nivel profesional ciertamente sobresaliente. Estos madrileños ponen al día el mejor pop de vocación sixtie, aportando diversión, fuerza y una puesta en escena con peso. Buena prueba de su proyección es el llenazo que registró la sala en la que presentaron su disco, There are but five Stupid Baboons. Con David Lorenzo al frente, uno de los mejores y más personales cantantes de la escena española, los Babuínos ofrecieron una buena dosis de pop ingenuo y rythm and blues purista, contando con excelentes temas como I'm fine, Richard Cory o el sicodélico She's Waiting. Stupic Baboons están destinados a dar que hablar en breve y, sino, al tiempo.