Economía advierte un repunte de los precios en alimentación que frenará la caída de la inflación

Los alimentos sin elaborar van a atemperar el descenso pronunciado y continuado de la inflación en febrero. Según los datos recogidos en los mercados de abastos, los precios de algunos productos vegetales y de los pescados "no se han comportado de forma moderada, como suele suceder en febrero, sino que han aumentado, en algunos casos ligeramente". Esta circunstancia, que se debe al mal tiempo y a las dificultades para faenar de las flotas pesqueras, no debe impedir, no obstante, que el IPC interanual baje una o dos décimas en febrero. De esa forma, se situaría en el 3,7% en el mejor de los cas...

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Los alimentos sin elaborar van a atemperar el descenso pronunciado y continuado de la inflación en febrero. Según los datos recogidos en los mercados de abastos, los precios de algunos productos vegetales y de los pescados "no se han comportado de forma moderada, como suele suceder en febrero, sino que han aumentado, en algunos casos ligeramente". Esta circunstancia, que se debe al mal tiempo y a las dificultades para faenar de las flotas pesqueras, no debe impedir, no obstante, que el IPC interanual baje una o dos décimas en febrero. De esa forma, se situaría en el 3,7% en el mejor de los casos, cuando existían fundadas expectativas, incluso en los mercados financieros, de un descenso mayor.

El Ministerio de Economía ha detectado un comportamiento anormal de los precios de los alimentos sin elaborar en el mes de febrero, según los datos pulsados en los mercados de abastos. En el segundo mes del año, los precios de los alimentos suelen descender. En términos estadísticos, este descenso es, como media, un 3% en los últimos cinco años.Este año, la rebaja puede ser inferior o, simplemente, no producirse. La causa: el mal tiempo, que está perjudicando las cosechas de algunos productos agrarios y obstaculizando las labores de las flotas pesqueras.

Fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda argumentan que "la evolución relativamente peor de los precios en febrero impedirá que se alcancen reducciones en el índice general de tres, cuatro o más décimas; pero es previsible que el índice de Precios al Consumo (IPC) general descienda entre una y dos décimas". El dato oficial será dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el próximo miércoles. La tesis que sostiene Economía es que, aunque el dato de febrero no presente una evolución óptima, se pueden conseguir compensaciones en los meses siguientes, puesto que se trata de saltos coyunturales.

Si llega a cumplirse esta predicción, el IPC se situaría en el 3,8% como mínimo y consolidaría su permanencia por debajo del 4%, en línea con los objetivos marcados por el Banco de España. De acuerdo con las proyecciones establecidas por la autoridad económica, el IPC de 1996 tiene que descontar en torno a siete décimas, impacto calculado de las subidas de impuestos en 1995, durante los meses de enero, febrero y marzo. Como en el mes de enero de 1996 ya. se han descontado unas cuatro décimas, quedarían tres por rebajar, al menos en teoría.

El esquema general de desenvolvimiento de los precios admitido por los economistas oficiales y privados en 1996, prevé un descenso continuado del IPC entre enero y marzo, como consecuencia del efecto de comparación con el ejercicio 1995, en el que se introdujeron aumentos inflacionistas de impuestos.

A partir de abril perdería ritmo el descenso de los precios, para estancarse definitivamente en los meses centrales del año. Cabe incluso la posibilidad de pequeños repuntes o subidas coyunturales de la inflación, según señalan los expertos consultados. Posteriormente, en los cuatro últimos meses del ejercicio, volvería a descender moderadamente el IPC. La hipótesis probable, según este esquema, considera que este año la tasa de inflación estará entre el 3,5% y e 13,7%.

Tipos de interés

Si esta cadencia inflacionista se cumple, parece lógico suponer que el Banco de España estará en situación de considerar una reducción de tipos de interés de forma inmediata -ahora situados en el 8,75%-, pero no así en los meses centrales del año en curso.A finales del ejercicio de 1996 se produciría una complicación adicional, puesto que la exigencia de controlar la tasa de inflación en el 3% en 1997 desde un punto de partida relativamente elevado -por ejemplo, el 3,7%- obligaría a una nueva subida de tipos.

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