Absuelto un intérprete encarcelado por negarse a traducir el bereber

Mohamed Safi, melillense de 29 años, ha sido absuelto in voce del delito de desobediencia a un juez que le atribuía el fiscal. El juez que celebró el juicio contra Sali le exoneró verbalmente nada más terminar la vista oral, algo infrecuente en los juzgados penales de la plaza de Castilla.Mohamed Sali, que trabaja para el Ministerio de Justicia como intérprete y traductor, fue detenido y esposado el 21 de noviembre de] 994 por orden de un juez de lo penal de Madrid. Tras ser detenido y esposado por la Guardia Civil, Sali pasó ocho horas encerrado en los calabozos de los juzgados.
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Mohamed Safi, melillense de 29 años, ha sido absuelto in voce del delito de desobediencia a un juez que le atribuía el fiscal. El juez que celebró el juicio contra Sali le exoneró verbalmente nada más terminar la vista oral, algo infrecuente en los juzgados penales de la plaza de Castilla.Mohamed Sali, que trabaja para el Ministerio de Justicia como intérprete y traductor, fue detenido y esposado el 21 de noviembre de] 994 por orden de un juez de lo penal de Madrid. Tras ser detenido y esposado por la Guardia Civil, Sali pasó ocho horas encerrado en los calabozos de los juzgados.

Todo ocurrió durante un juicio contra un inmigrante que sólo hablaba bereber, celebrado en noviembre de 1994. El juez que presidía la vista ordenó el traslado de Sali a los calabozos tras negarse éste a traducir esa lengua. Adujo que la desconocía.

El intérprete permaneció ocho horas arrestado en los calabozos, hasta que el juez que había ese día de guardia de detenidos en Madrid le dejó en libertad sin cargos.

El juicio por la desobediencia de Sali se celebró el jueves 29 de febrero en el Juzgado de lo Penal número 17. El intérprete quedó absuelto sobre la marcha, segun explicó a este diario su abogado, Gonzalo Villarrubia.

El titular del Juzgado 17 ni siquiera esperó a redactar la sentencia, a pesar de que el fiscal mantuvo sus cargos contra él (un mes de suspensión de sus funciones) y se reservó la posibilidad de presentar un recurso ante la Audiencia Provincial de Madrid. Precisamente, Sali trabaja ahora como intérprete para la Audiencia; antes lo hacía en los juzgados.

Intérprete de francés y árabe, según su contrato con el Ministerio de Justicia e Interior, Sali dijo en el juicio que el bereber es una lengua distinta del árabe, y que se opuso a traducirla porque el encausado hablaba una variante del bereber que él apenas conocía. "Sólo habría podido traducir una de cada cinco palabras, por lo que su actuación no hubiese ofrecido garantías al juez", comenta su letrado.

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El abogado, de Sali alegó en el juicio que la negativa de su cliente no fue dolosa ni tampoco supuso la suspensión del juicio, pues minutos después acudió a la sala otro intérprete que sí conocía el bereber. "Su negativa no implicó ningún perjuicio para la Administración de justicia", afirma el letrado.

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