Enfermos crónicos

Acudí hace unos días a mi médico de cabecera y me informó de que en mi condición de enfermo crónico (soy seropositivo) podía solicitar la tarjeta de aportación reducida en el pago de medicamentos. Debidamente cumplimentada toda la documentación, fui a tramitar la tarjeta y tuve una entrevista con el inspector de la Seguridad Social de mi zona.A la vista del informe médico presentado, éste me explicó que no podía concederme dicha tarjeta, ya que me encuentro en la categoría A3 del proceso de la enfermedad. Con arreglo a este baremo no entro en la clasificación necesaria para poder acceder a la ...

Acudí hace unos días a mi médico de cabecera y me informó de que en mi condición de enfermo crónico (soy seropositivo) podía solicitar la tarjeta de aportación reducida en el pago de medicamentos. Debidamente cumplimentada toda la documentación, fui a tramitar la tarjeta y tuve una entrevista con el inspector de la Seguridad Social de mi zona.A la vista del informe médico presentado, éste me explicó que no podía concederme dicha tarjeta, ya que me encuentro en la categoría A3 del proceso de la enfermedad. Con arreglo a este baremo no entro en la clasificación necesaria para poder acceder a la tarjetita. Por lo visto tienes que estar en un estadio más avanza do, por ejemplo C3 0 C4 (parece un juego de barcos), para poder disponer de estos beneficios. En estas fases ya has desarrollado algunas infecciones oportunistas.

Todo esto me lleva a considerar lo siguiente: resulta que sólo se concede ese tipo de beneficio cuando el proceso evolutivo de la enfermedad ha llegado a un punto de deterioro tal que ya no resulta nada gravoso, pues estás a punto de morirte. Con ello pienso que la consideración de "crónica" que tiene esta enfermedad no está en función de su irreversibilidad y la atención necesaria que, por tal, debe de dársele, sino que depende del plazo de tiempo restante, más bien corto, para ocasionarle los menores gastos posibles a la Sanidad.

Me indigna profundamente toda esta burocracia sin sentido, que, de una forma totalmente deshumanizada, especula con aquellas personas que, dado su estado de salud, tienen seriamente mermadas las posibilidades de desarrollar un trabajo remunerado que les permita hacer frente a sus costosos tratamientos sanitarios-