La reforma educativa del PP supondrá un gran trasvase de fondos públicos a colegios privados

La reforma educativa incluida en el programa del Partido Popular (PP) supondrá tuna, inyección de miles de millones de pesetas de fondos a los colegios privados. El propio PP admite que sus propuestas tendrán "un coste elevado", pero añaden que no lo han concretado hasta el momento y que, en todo caso, "no se trata de un problema de costes, sino de una cuestión de prioridades políticas". El PSOE, en cambio, sí ha valorado ese coste y lo calcula en 50.000 millones de pesetas, la mayoría de ellos derivados de la propuesta del Partido Popular de ampliar la educación gratuita -incluidos los colegi...

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La reforma educativa incluida en el programa del Partido Popular (PP) supondrá tuna, inyección de miles de millones de pesetas de fondos a los colegios privados. El propio PP admite que sus propuestas tendrán "un coste elevado", pero añaden que no lo han concretado hasta el momento y que, en todo caso, "no se trata de un problema de costes, sino de una cuestión de prioridades políticas". El PSOE, en cambio, sí ha valorado ese coste y lo calcula en 50.000 millones de pesetas, la mayoría de ellos derivados de la propuesta del Partido Popular de ampliar la educación gratuita -incluidos los colegios privados concertados- al tramo de edad comprendido entre los 3 y los 16 años (hoy, entre los 6 y los 16).

La ampliación de ese margen en la educación gratuita ha sido uno de los objetivos planteados en los últimos años por las asociaciones de centros privados de educación. En la actualidad, los centros públicos no tienen capacidad suficiente para atender a todos los niños con edades comprendidas entre los 3 y los 6 años. El Ministerio de Educación señala que la enseñanza pública acoge hoy al 100% de los niños de 4 y 5 años enviados al colegio por sus padres y al 75% de los que tienen 3 años. En caso de acudir a centros privados, los costes totales corren a cargo de los padres, puesto que estos colegios no tienen concertada con la Administración pública ese tipo de educación. Precisamente son los privados los que disponen de una amplísima oferta de plazas para los más pequeños."Se garantizará el derecho a la gratuidad desde los 3 a los 16 años", indicaba el texto ampliado del programa del PP. "Y este derecho", añadía, "se podrá ejercer por los ciudadanos tanto sí la escolarización se produce en centros estatales como en los de iniciativa social. Ambos tipos de centros se financiarán en condiciones equiparables"..

Quienes critican ese punto coinciden en señalar que, al facilitar el acceso de los más menores a colegios privados, el PP favorece de paso que un elevadísimo porcentaje de los niños permanezca en esos centros en las posteriores etapas de su educación.Coste "asumible"

Andrés Ollero, responsable del PP en el área de educación, reconoce que su programa, especialmente en lo referente a esa ampliación de educación gratuita, supondrá un importante desembolso de la Administración en favor de la enseñanza privada. Añade que, sin embargo, ese coste es "perfectamente asumible" para el sistema educativo, y como prueba cita el ejemplo de Galicia, gobernada por el PP, donde la gratuidad de la enseñanza ya se amplió a partir de los 3 años, "sin que por ello se haya resentido" el presupuesto.

Galicia, en efecto, es la primera comunidad en la que se amplió la gratuidad de la enseñanza al tramo de 3 a 6 años a partir de 1991. Desde entonces el Gobierno del PP gallego ha subvencionado por ese concepto a distintos colegios públicos por un total de 10.476 millones de pesetas, informa Xosé Andrés Vázquez. 17.500 niños gallegos de esas edades -el 75% de la población en ese tramo- están escolarizados, de los que 4.250 están en centros privados.

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Ollero insiste en que el PP no ha efectuado el cálculo exacto de lo que supondría ampliar a toda España la misma fórmula, pero insiste en que será "viable".Jerónimo Nieto, ex portavoz del partido socialista en la Comisión (te Educación del Congreso, sí asegura haber hecho el cálculo correspondiente. Afirma que en España existen algo menos de 10.000 unidades escolares de educación para niños de entre 3 y 6 años (en cada colegio puede haber varias) en centros privados concertados con las Administraciones públicas. Según datos oficiales del Ministerio de Educación, el coste anual medio de cada unidad escolar infantil supera los 4,5 millones de pesetas. Por tanto, ampliar la gratuidad de la enseñanza supondrá una inyección mínima de 45.000 millones a la enseñanza privada.Si se pone en marcha el sistema propuesto por el PP, es muy probable que numerosos colegios privados de la red de educación infantil intenten concertar con la Administración pública, lo que supondría un incremento de los fondos derivados al sector privado.

También en Valencia, comunidad igualmente gobernada por el PP, el Gobierno autónomo ha puesto en marcha una reforma educativa que el pasado miércoles originó la protesta de decenas de miles de personas en distintas manifestaciones porque, según los convocantes, las modificaciones legales favorecerán a la enseñanza privada a costa de la escuela pública.

El PP también señala en su programa que ampliará a 3. años -ahora son dos- el periodo de bachillerato, a costa de reducir en un curso la enseñanza secundaría obligatoria (ahora cuatro). A los populares, como reconoce Ollero, les gustaría igualmente ampliar al periodo del bachillerato la gratuidad. Pero en este caso, comenta, sí an llegado a la conclusión de que las cuentas no saldrían y que las aportaciones a los coleos privados ya no podría resistirlas la Administración pública.

Precisamente en el bachilleato el PP pretende recuperar una práctica perdida hace años muy criticada entre humanistas e intelectuales: la enseñanza el latín y del griego en los colegios. Los populares pretenden que en algunas ramas del bachillerato sea obligatorio el estudio de ambas lenguas muertas, mientras que en otras queden como asignatura optativa. Esta, pretensión no figura en el programa del PP. La Ley Orgánica General del Sistema Educativo (Logse) ya prevé que el latín sea obligatorio en alguna de las humanidades, pero el PP desea ampliar esa obligatoriedad de forma muy considerable.

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