Síntomas de agotamiento

Que es necesario un cambio en el sistema impositivo español -con claros síntomas de agotamiento- casi nadie lo duda. Será una de las tareas fundamentales del nuevo Gobierno. Emilio Albi, catedrático de Hacienda Pública, así lo entiende, aunque explica que se deben tener claras las prioridades. En su opinión, lo urgente es controlar el gasto público, porque lo primero es reducir el déficit. Después, reformar el impuesto sobre la renta para lograr una distribución distinta de la carga fiscal que favorezca el ahorro.José Ramón Domínguez Rodicio, asesor fiscal y ex subdirector de Hacienda, cree qu...

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Que es necesario un cambio en el sistema impositivo español -con claros síntomas de agotamiento- casi nadie lo duda. Será una de las tareas fundamentales del nuevo Gobierno. Emilio Albi, catedrático de Hacienda Pública, así lo entiende, aunque explica que se deben tener claras las prioridades. En su opinión, lo urgente es controlar el gasto público, porque lo primero es reducir el déficit. Después, reformar el impuesto sobre la renta para lograr una distribución distinta de la carga fiscal que favorezca el ahorro.José Ramón Domínguez Rodicio, asesor fiscal y ex subdirector de Hacienda, cree que es posible bajar la tarifa del impuesto sobre la renta, aunque coincide en que ello será posible en la medida en que se controle el gasto público. A partir de ahí se abren varias opciones. Una de ellas, "en línea con las corrientes más modernas", podría consistir, según Domínguez Rodicio, en aumentar impuestos indirectos -el IVA sobre todo- para bajar los directos (IRPF).

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Miguel Angel García, del gabinete técnico de CC OO, no está de acuerdo en bajar el IRPF porque la presión fiscal española es cinco puntos de PIB inferior a la media de la Unión Europea. Sólo lo admitiría en el caso de que pagaran todos -y todo- los que deben. Para Luis López Tello, asesor fiscal del BBV, la tarifa del impuesto sobre la renta debería adecuarse a la realidad; es decir, a unos tipos efectivos (lo que realmente se paga a Hacienda) que están en el 15%, por mucho que el marginal máximo se encuentre en el 56%.

López Tello estima que reducir el IRPF es una apuesta arriesgada por parte del político que la adopte, pero piensa que vale la pena intentarlo. Habrá una parte de fraude -el de aquellos que constituyen sociedades para tributar al 35% en lugar de al 56%-, a quienes no les compensará correr el riesgo y pagarán. Por ello, opina que, al mismo tiempo, se debe llevar a cabo una gran campaña de imagen para transmitir la idea de que se va a luchar decididamente contra el fraude.

La negativa es total, entre los expertos consultados, a que haya una nueva amnistía o regularización fiscal. "No es serio", señala Domínguez Rodicio, aunque apunta la posibilidad de alguna actualización de valores a efectos fiscales. "Sería echar piedras contra tu propio tejado", explica Emilio Albi. Miguel Ángel García añade que ello seria una discriminación para quienes pagan impuestos.

La lucha contra el fraude empieza, según Domínguez Rodicio, por las escuelas y pasa por una Administración eficiente, con una gran capacidad informática y unas normas que no estén cambiando cada día para hacerse cada vez más complicadas.

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