Ruanda lamenta que los hutus en armas no dejen volver a los refugiados en Zaire
El ministro de Asuntos Exteriores de Ruanda, Anastase Gasana, denunció ayer a las antiguas milicias del Ejército ruandés, en manos de los hutus, que "tratan como rehenes" al millón largo de refugiados en campamentos fuera del país y les obligan a desoir los llamamientos de su Gobierno instándoles a regresar. "Nuestra política es alentarles a volver para reconstruir el país", afirmó.Gasana concluyó ayer una breve visita a Madrid, en la que agradeció al Gobierno español su ayuda, que el año pasado se elevó a 825 millones de pesetas, de los que 598 fueron entregados a través de organismos interna...
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El ministro de Asuntos Exteriores de Ruanda, Anastase Gasana, denunció ayer a las antiguas milicias del Ejército ruandés, en manos de los hutus, que "tratan como rehenes" al millón largo de refugiados en campamentos fuera del país y les obligan a desoir los llamamientos de su Gobierno instándoles a regresar. "Nuestra política es alentarles a volver para reconstruir el país", afirmó.Gasana concluyó ayer una breve visita a Madrid, en la que agradeció al Gobierno español su ayuda, que el año pasado se elevó a 825 millones de pesetas, de los que 598 fueron entregados a través de organismos internacionales y 227 directamente. Otros 111 millones fueron suministrados a países del entorno de Ruanda.
El jefe de la diplomacia española, Carlos Westendorp, firmó con Gasana una declaración conjunta en la que aseguran que "el retorno de los refugiados sigue siendo la prioridad para conseguir la reconciliación nacional y la estabilidad sociopolítica".
El húesped ruandés lamentó también, en declaraciones a . Canal +, la lentitud con la que trabaja el Tribunal Internacional de Justicia creado por la ONU para enjuiciar a los responsables del genocidio que costó la vida a un millón de ruandeses.
[Amnistía Internacional acusó, en cambio, ayer al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (HCR) de haber cedido a las exigencias del Zaire y de ejercer presiones sobre los exiliados ruandeses para que regresen a casa a pesar de que el Gobierno de Kigali no garantiza su seguridad. La organización de defensa de los derechos humanos señala, desde Ginebra, que la vuelta masiva de los refugiados hutus, que Kinshasa y el HCR fomentan, corre el riesgo de provocar una "espectacular escalada" de la violencia en Ruanda.]