Las olas impiden rescatar el petrolero que encalló en Gales

"Ha sido espantoso. Había olas de cuatro metros y apenas podíamos maniobrar". Así describió ayer el teniente británico Simon Williams la evacuación del Emperatriz del mar, petrolero embarrancado en el mar de Gales. Williams había pilotado el helicóptero encargado de llevar a tierra a tripulantes y equipo de rescate.Seis de ellos regresaron al mediodía para intentar sujetar una sirga al remolcador chino Deyue, que se aproximó a la zona. El crudo seguía derramándose lentamente y la mancha formada, de tres kilómetros, fue pulverizada desde el aire con 16 toneladas de detergente.
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"Ha sido espantoso. Había olas de cuatro metros y apenas podíamos maniobrar". Así describió ayer el teniente británico Simon Williams la evacuación del Emperatriz del mar, petrolero embarrancado en el mar de Gales. Williams había pilotado el helicóptero encargado de llevar a tierra a tripulantes y equipo de rescate.Seis de ellos regresaron al mediodía para intentar sujetar una sirga al remolcador chino Deyue, que se aproximó a la zona. El crudo seguía derramándose lentamente y la mancha formada, de tres kilómetros, fue pulverizada desde el aire con 16 toneladas de detergente.

El temporal entorpeció de nuevo las tareas de salvamento y la nave permaneció siete horas vacía la noche del sábado. Joe Small, jefe del equipo que la abordó, señaló que unas 300 toneladas más de petróleo habían salido al mar. "Lo más importante es gobernar el barco. Luego comprobaremos la cuantía del crudo perdido y veremos hacia dónde lo arrastra el viento", dijo. En el Emperatriz del Mar quedan todavía unas 140.000 toneladas. El peligro de una explosión, unido a la borrasca, seguía impidiendo por la tarde su bombeo a otra nave más pequeña.

Esa parte de la costa galesa alberga focas y pájaros y está protegida oficialmente. El mayor problema de los ecologistas es salvar a miles de aves que invernan aquí, en colonias huidizas.