Test de inteligencia para roedores

Lee Silver tiene incluso una prueba de inteligencia para ratones. Los pone en un estanque de agua con una plataforma y observa si entienden que pueden nadar hasta ella y subirse para, no ahogarse.Las pruebas pueden ser engañosas, como Wade Berrettini descubrió cuando buscaba ratones que prefirieran morfina. Dio a elegir a los ratones dos bebidas: una botella contenía morfina, agua y un poquito de sacarina para disfrazar el sabor amargo de la droga; la otra contenía quinina (otra sustancia amarga), agua y sacarina para tapar el sabor de la quinina. Berrettini descubrió que dos genes parecían de...

Lee Silver tiene incluso una prueba de inteligencia para ratones. Los pone en un estanque de agua con una plataforma y observa si entienden que pueden nadar hasta ella y subirse para, no ahogarse.Las pruebas pueden ser engañosas, como Wade Berrettini descubrió cuando buscaba ratones que prefirieran morfina. Dio a elegir a los ratones dos bebidas: una botella contenía morfina, agua y un poquito de sacarina para disfrazar el sabor amargo de la droga; la otra contenía quinina (otra sustancia amarga), agua y sacarina para tapar el sabor de la quinina. Berrettini descubrió que dos genes parecían determinar que a los animales les gustara o no la morfina.

. "El segundo gen resultó ser un poco tonto". Era un gen que hacía que los ratones odiaran la quinina, hasta tal punto que para evitarla bebían morfina. Cuando repitió el experimento sin quinina, descubrió que un único gen -que aparentemente hace que a los ratones les encante la morfina- determinaba la conducta.

La agresividad es difícil de estudiar. Silver afirma: "El problema es que con la palabra agresividad podemos referirnos a cien cosas diferentes". En unos experimentos él pone un ratón macho dentro de una jaula y otro encima de la misma. "El ratón que está encima es pasivo. ¿Saltará el ratón que está dentro para atacar al que está fuera? Descubrimos que o saltan en tres minutos o no van a saltar".