Ningún miedo al cambio

Las autoridades ministeriales suelen repetir que "es lógico el miedo al cambio". Y lo dicen cada vez que algún claustro de profesores expresa en voz alta su inquietud ante la implantación de la reforma que pretende la LOGSE.Niegan la mayor rotundamente Concha Cervera, Alicia Pérez, Carlos Martín, Fernando López-Mesas, Javier Bordejé y José Antonio Martínez, directores de seis institutos de bachillerato de Madrid.

Y no sólo niegan el miedo al cambio. Tampoco admiten que se generalice acerca de una, pretendida, nostalgia de una educación secundaria reservada sólo a las élites sociales y, ...

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Las autoridades ministeriales suelen repetir que "es lógico el miedo al cambio". Y lo dicen cada vez que algún claustro de profesores expresa en voz alta su inquietud ante la implantación de la reforma que pretende la LOGSE.Niegan la mayor rotundamente Concha Cervera, Alicia Pérez, Carlos Martín, Fernando López-Mesas, Javier Bordejé y José Antonio Martínez, directores de seis institutos de bachillerato de Madrid.

Y no sólo niegan el miedo al cambio. Tampoco admiten que se generalice acerca de una, pretendida, nostalgia de una educación secundaria reservada sólo a las élites sociales y, en coherencia, el rechazo, también pretendidamente generalizado, de una reforma que tiende a una mayor igualdad social en el acceso a la cultura.Todo eso son zarandajas que, en su opinión, apenas. pueden disimular el hecho evidente de que, una vez más, cuando en España se planea una reforma profunda de la enseñanza, por una u otra razón, el esfuerzo económico que habría de hacerse se queda a la mitad del camino. Sucedió con la reforma del 70 y pasa ahora con la del 90.Es evidente que los profesores no tienen la culpa de que el dinero destinado a garantizar la intendencia de las reformas educativas no vaya al unísono con los ambiciosos objetivos de quienes las proyectan.

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