HEPATOLOGÍA

El Virus de la hepatitis G, aislado en España

Un equipo de la unidad de hepatología de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid ha logrado aislar y clonar el virus G de la hepatitis, el último de los descubiertos hasta el momento -el pasado mes de octubre-, en suero de pacientes españoles. Hasta ahora se había detectado este virus en pacientes de Alemania, Australia, Estados Unidos, Grecia, Perú y Reino Unido.El equipo de la Fundación Jiménez Díaz, dirigido por Vicente Carreño, estudió a 56 pacientes con hepatitis crónica viral, producida por los virus B, C y D contagiados por vía parenteral. El virus G se detectó en 10 de ellos, siete de los...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Un equipo de la unidad de hepatología de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid ha logrado aislar y clonar el virus G de la hepatitis, el último de los descubiertos hasta el momento -el pasado mes de octubre-, en suero de pacientes españoles. Hasta ahora se había detectado este virus en pacientes de Alemania, Australia, Estados Unidos, Grecia, Perú y Reino Unido.El equipo de la Fundación Jiménez Díaz, dirigido por Vicente Carreño, estudió a 56 pacientes con hepatitis crónica viral, producida por los virus B, C y D contagiados por vía parenteral. El virus G se detectó en 10 de ellos, siete de los cuales habían adquirido la hepatitis por la utilización de drogas inyectables, y tres, por transfusión. "La infección se detectó en un 22% de los contagiados con el virus D, en un 20% de los contagiados con el B y en un 16% de los contagiados con el C", explica Carreño.

Tras clonar y secuenciar el virus G aislado en estos pacientes españoles, se comprobó que todos ellos estaban infectados por el mismo tipo de virus y que éste, a su vez, es prácticamente idéntico al aislado en EE UU y en África. "Sólo se diferencia en un 17% del de Estados Unidos y en un 14% del africano, y estas diferencias no afectan a su estructura; por tanto, se trata, sin duda, del mismo virus", continúa Carreño. "Constituye lo que se denomina una cuasiespecie. Creemos, sin embargo, que es probable que aparezcan distintos genotipos, porque este virus pertenece a una familia muy inestable (los flavivirus), la misma a la que pertenece el virus C, que presenta multitud de tipos distintos".

Transaminasas

El equipo coordinado por Carreño, ha comprobado también que los pacientes con hepatitis crónica, contagiados además con el virus Q muestran un nivel de transaminasas el doble de elevado que los que no lo tienen, aunque Carreño se muestra cauto sobre el significado de este dato. "Es difícil saber si ello se debe al virus G en sí o al otro con el que están contagiados estos pacientes. Los primeros estudios realizados en Estados Unidos muestran que el virus G suele causar hepatitis bastante leves cuando se da solo. Nuestros resultados podrían indicar tal vez que actúa como un cofactor para agravar infecciones por otras hepatitis, aunque esto hay que comprobarlo", explica este especialista.El virus G se transmite preferentemente por vía parenteral; por vía sexual afecta mayoritariamente a los homosexuales. La mayoría de los afectados pueden ser asintomáticos, y la enfermedad se cura completamente en todos los casos, aunque el virus puede permanecer en el organismo hasta 10 años con capacidad para reinfectar. Afecta hasta un 30% de los pacientes con una hepatitis crónica, y se calcula que el 1,5% de todos los donates sanos puede tenerlo.

Archivado En