Los industriales europeos critican el calendario de la moneda única y sus efectos en el crecimiento

, Los empresarios europeos reaccionaron ayer mismo al plan establecido por los Quince en Madrid para acceder a la moneda única. Su escepticismo con respecto al proyecto choca con el entusiasmo mostrado por la mayoría de los jefes de Estado y de Gobierno. En Alemania y Francia, varios grandes industriales coincidieron en expresar su preocupación por el estricto calendario fijado, su impacto negativo en el crecimiento y la perspectiva de una Europa dividida en dos velocidades.En la ciudad alemana de Colonia, la Unión de la Industria Alemana, que agrupa a grandes empresarios del país, advirti...

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, Los empresarios europeos reaccionaron ayer mismo al plan establecido por los Quince en Madrid para acceder a la moneda única. Su escepticismo con respecto al proyecto choca con el entusiasmo mostrado por la mayoría de los jefes de Estado y de Gobierno. En Alemania y Francia, varios grandes industriales coincidieron en expresar su preocupación por el estricto calendario fijado, su impacto negativo en el crecimiento y la perspectiva de una Europa dividida en dos velocidades.En la ciudad alemana de Colonia, la Unión de la Industria Alemana, que agrupa a grandes empresarios del país, advirtió ayer contra el abuso de una integración económica monetaria a diferentes velocidades. Los industriales alemanes creen que "siguen siendo muy grandes las divergencias entre los gobiernos y que no hay motivo para expectativas exageradas" sobre la moneda única. Defienden que la lucha contra el paro y el restablecimiento de la competitividad en Europa frente a otras regiones del mundo ha de tener prioridad absoluta porque "sólo así podrá llegarse a una sólida base para la Unión Monetaria y para la estabilidad en Europa".

En París, el presidente del grupo automovilístico PSA (Citröen-Peugeot), Jacques Calvet, criticó duramente la futura moneda única y el calendario adoptado el pasado fin de semana en Madrid para la convergencia. En su opinión, el euro tendrá consecuencias "deflacionistas y deplorables" en las economías europeas y se mostró convencido de que los plazos previstos no se podrán cumplir. Calvet expresó su preocupación por el impacto que todo ello tendrá en el sector del automóvil. Vaticinó que las ventas del sector en 1996 se estancarán con respecto a 1995.

John Major, primer ministro británico, expresó abiertamente su escepticismo sobre los acuerdos adoptados en Madrid. Major, en un claro mensaje dirigido a tranquilizar las filas euroescépticas de su partido conservador, señaló que aunque el tiempo es corto, Europa está aún a tiempo de replantearse el cambio a la moneda única, según una entrevista que publicó ayer el diario The Daily Telegraph. Aseguró que está "ampliamente aceptado" entre los gobiernos europeos que sólo un número reducido de países estarán preparados para incorporarse a la moneda única en 1999.

En Bruselas, el secretario de Estado de Economía, Manuel Conthe, defendió los acuerdos alcanzados en Madrid, y señalo ante el Parlamento Europeo que la lista de países que accederán a la moneda única no podrá concretarse antes de la primavera dé 1998.

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