Crítica:CLÁSICA

La visión de Zacharias

Suspendida por enfermedad la actuación de Marta Argerich, Ibermúsica debió adelantar la fecha de su concierto para poder contar con el alemán Christian Zacharias (India, 1950), otro pianista de extraordinarios méritos que disfruta ya en Madrid de un prestigio tan grande como merecido. Lo tiene también el maestro Kazimierc Kord (Pagoeza, Polonia, 1930) y la Filarmónica de Varsovia nacida en 1901 con un concierto en el que Paderewsky fue solista del que ahora ha tocado Zacharias: el escrito en mi menor por Frederic Chopin el año 1833.A buen seguro que la visión que de la obra chopiniana tenía Pe...

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Suspendida por enfermedad la actuación de Marta Argerich, Ibermúsica debió adelantar la fecha de su concierto para poder contar con el alemán Christian Zacharias (India, 1950), otro pianista de extraordinarios méritos que disfruta ya en Madrid de un prestigio tan grande como merecido. Lo tiene también el maestro Kazimierc Kord (Pagoeza, Polonia, 1930) y la Filarmónica de Varsovia nacida en 1901 con un concierto en el que Paderewsky fue solista del que ahora ha tocado Zacharias: el escrito en mi menor por Frederic Chopin el año 1833.A buen seguro que la visión que de la obra chopiniana tenía Pederewsky (1860-1941) Y era, muy diferente de la escuchada ahora a Zacharias. Según testimonio del húngaro Karl Fi1sch, un pianista prodigio muerto a los 15 años después de estudiar con el genial polaco, para Chopin debía predominar en su Concierto en mi menor el valor cantábile con una cierta mesura en la pujanza y procurando destacar hasta el menor fragmento de tema con la mayor delicadeza sonora.. Todo ello debe ir en detrimento del carácter maestoso (majestuoso, noble) señalado para el allegro. En este punto, quizá Zacharias ha preferido una sobriedad, justeza y animación que salvan su fidelidad chopiniana desde la calidad del sonido y la afectividad expresiva. Se internó luego por el pasadizo melancólico de la Romanza a través de una nitidez confidencial intensamente expresiva, para irrumpir al final en la sucesión de invenciones melódicas y aires de danza.

Orquesta Filarmónica de Varsovia

Ciclo de Ibermúsica-Caja de Madrid.Director: K. Kord. Solista: C. Zacharias, pianista. Obras de Chopin y Chaikovski. Auditorio Nacional. Madrid, 17 de diciembre.

Podríamos concluir que Zacharias guarda fidelidad al, texto, en su letra y en su espíritu, de la única forma que puede hacerlo: desde su propio tiempo y su bien definida personalidad. Este juego entre la creatividad del autor y la del intérprete es uno de los dilemas que otorgan interés fenómeno musical, pues el compositor no puede evitar qué cuanto escriba tenga carácter de abierta propuesta asumible por Ias distintas generaciones y hasta por las singulares personalidades dé forma distinta y en todo caso viva.

Como la técnica de Zacharias dispone de todos los recursos de ejecución y su pensamiento persigue siempre la consecución de la belleza, el resultado fue excelente; para él contó con el buen hacer de la orquesta varsoviana, tan luminosa en sus cuerdas, dirigida por Kazimierz Kord, un maestro que pone su pensamiento y su trabajo, al servicio de la música que dirige.

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