Crítica:FLAMENCO

Fiesta

La noche fue festera. Comenzó la de Málaga, primero, en tono un tanto rutinario que dio paso después a otro más cálido y sincero. Con la del Revuelo, algo tocada de la garganta, se repitió el esquema con atuendo y escenografía incluidos. Y a pesar de ello, tanto la voz de La Cañeta como la de Juana sonaron nuevas y sus evoluciones tuvieron frescor como si las hubieran acabado de inventar.Al quite, sus maridos, José Salazar y Martín Revuelo, los dos inspirados en el, baile y en el cante y en parecida línea estilística a la de las anteriores. Apareció Joaquín Grilo muy resuelto e imaginativo fre...

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La noche fue festera. Comenzó la de Málaga, primero, en tono un tanto rutinario que dio paso después a otro más cálido y sincero. Con la del Revuelo, algo tocada de la garganta, se repitió el esquema con atuendo y escenografía incluidos. Y a pesar de ello, tanto la voz de La Cañeta como la de Juana sonaron nuevas y sus evoluciones tuvieron frescor como si las hubieran acabado de inventar.Al quite, sus maridos, José Salazar y Martín Revuelo, los dos inspirados en el, baile y en el cante y en parecida línea estilística a la de las anteriores. Apareció Joaquín Grilo muy resuelto e imaginativo frente a un auditorio difícil de conquistar. El joven bailaor jerezano introdujo las soleares y las alegrías como contrapunto de la velada.

La Cañeta de Málaga

Con Juana la del Revuelo, cante y baile; Joaquín Grilo, baile. Sala Aqualung. Madrid, 15 de diciembre.

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