Guerra pide cambiar cifras, calendarios y objetivos de la convergencia con Europa

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, defendió ayer la flexibilidad en los objetivos, calendario y cifras de la Unión Europea y Monetaria (UEM) en función de datos reales, y no de las decisiones de los expertos económicos, a los que llamó "contables". Guerra compareció ayer en público, después de varios meses dé silencio, con el presidente del SPD alemán, Oskar Lafontaine, coincidiendo con la primera jornada de la Cumbre Europea de Madrid, y se situó en posiciones críticas con las decisiones de la UEM.

Guerra, que participó en un coloquio organizado por la Fundación Sistem...

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, defendió ayer la flexibilidad en los objetivos, calendario y cifras de la Unión Europea y Monetaria (UEM) en función de datos reales, y no de las decisiones de los expertos económicos, a los que llamó "contables". Guerra compareció ayer en público, después de varios meses dé silencio, con el presidente del SPD alemán, Oskar Lafontaine, coincidiendo con la primera jornada de la Cumbre Europea de Madrid, y se situó en posiciones críticas con las decisiones de la UEM.

Guerra, que participó en un coloquio organizado por la Fundación Sistema, aprovechó su intervención para fijar un espacio de izquierda dentro del PSOE y lo hizo con una nueva carga contra el economicismo. En este caso, eligió como blanco los objetivos de la UEM. Recordó que se le criticó cuando planteó hace varios años que debía retrasarse el plazo para las condiciones de convergencia con Europa establecido en 1997.Ayer aseguró que "lo peor que se puede hacer en economía es establecer condiciones que no son reales" y criticó a los economistas que sólo se preocupan del equilibrio entre gastos e ingresos, sin tener en cuenta otros datos de la realidad. Defendió que hay que luchar por cumplir los objetivos marcados por la Unión Monetaria, "si se pueden cumplir". Pero puntualizó que, si no se pueden cumplir, "hay que tener la flexibilidad para cambiar calendarios, objetivos y cifras sobre la marcha porque lo mande la realidad".

En una conferencia que pronunció por la tarde expresó su conocida preocupación por los "peligros que acechan a la democracia". Los fijó en el dinero, los medios de comunicación y los jueces, como órganos de enorme poder no sometidos a control.

"Judicialización de la política"

En el terreno judicial, denunció la "judicialización de la política y la politización de la justicia" y su "aprovechamiento por la derecha". "La derecha española descubrió en 1989 que podía derribar a sus enemigos utilizando los tribunales y no se ha apeado de ellos". La consecuencia es, a juicio del número dos del PSOE, el estallido de un conflicto en términos militares, ya que los jueces "tienen poder para quitar la libertad".De los medios de comunicación aseguró que tienen el poder de fijar la agenda política en detrimento del Parlamento, y del poder del dinero afirmó que toma las decisiones claves en la economía del país, colocando en situación subordinada a la política. En coherencia con esta afirmación, dijo que los países están gobernados por contables y que los bancos nacionales funcionan independientemente de las políticas nacionales.Guerra eludió referirse a la elección del candidato socialista, que lo decidirá la comisión ejecutiva federal el próximo lunes. Tampoco fue necesario, porque es sobradamente conocida su posición y la de sus seguidores, favorable a que sea Felipe González quien encabece las listas del PSOE. Txiki Benegas expresó su sensación de que será González el candidato, aunque puntualizó que no tenía información directa del presidente.

A las jornadas organizadas por la Fundación Sistema, han acudido cualificados representantes del sector guerrista del PSOE, como José Félix Tezanos, Matilde Fernández y Francisco Fernández Marugán. También asistió el ex ministro de Interior José Barrionuevo.

En el curso del coloquio, el presidente del SPD, Oscar Lafontaine, abogó por el mantenimiento de los "proyectos utópicos" en el seno de los partidos socialistas y situó la lucha contra el paro como principal objetivo de la izquierda.