El fiscal de Nápoles admite que no sabe si hay delito, pero insiste en interrogar a Carles

Alfredo Ormanni, fiscal jefe de la localidad a de Torre Anunziata, cercana a Nápoles, admite que no sabe si se llevó efectivamente a cabo el cambio de 500 millones de liras (unos 40 millones de pesetas) por dólares, sobre el que quiere interrogar al arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles. Tampoco puede asegurar que, de haberse realizado, la operación fuera un delito. Nadie ha sido detenido por ella. Nadie está acusado. No obstante, sostiene que interrogar a Carles le resulta urgente, y ayer aseguró que iba a enviar en el día la rogatoria para hacerlo personalmente.

"No sé si la man...

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Alfredo Ormanni, fiscal jefe de la localidad a de Torre Anunziata, cercana a Nápoles, admite que no sabe si se llevó efectivamente a cabo el cambio de 500 millones de liras (unos 40 millones de pesetas) por dólares, sobre el que quiere interrogar al arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles. Tampoco puede asegurar que, de haberse realizado, la operación fuera un delito. Nadie ha sido detenido por ella. Nadie está acusado. No obstante, sostiene que interrogar a Carles le resulta urgente, y ayer aseguró que iba a enviar en el día la rogatoria para hacerlo personalmente.

"No sé si la mandaré por correo o con un carabinero", dijo a primera hora de la mañana. "Es una comisión para interrogar al arzobispo como testigo informado de los hechos, y no como imputado", añade. Luego precisa que, además de al arzobispo, se pide interrogar a. Ignacio Sala, profesor mercantil de Barcelona, "y creo que a, otro más".La petición iba a ser cursada, pocas horas después de que el ministro español de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, acusara a los fiscales de Torre, Anunziata de ser "poco serios". "Yo mi carrera carrera ya la he hecho, podría jubilarme mañana mismo", espeta el fiscal. A Ormani, de 59 años, delgado, nervioso y de risa fácil, la salida de Belloch no le ha gustado: "¿Cómo puede decir ese tipo que nuestra demanda no está fundamentada? ¿Lo sabe él, que está en Madrid? Se ve que, la tradición católica española a veces juega estas pasadas".

Le digo que puede haber desconcierto porque, pese al escaso desarrollo de las investigaciones, periódicos españoles han hablado ya de una "organización mafiosa" que tendría como "contacto en España" al arzobispo. "En esta fiscalía nadie ha hablado de mafia", asegura Ormanni. "Eso es una exageración que nunca hemos cometido. Además, si se tratara de delincuencia organizada, no tendríamos competencia sobre ella".

Pero ganas de llamar la atención parece que no han faltado. Se habló del hijo del rey de Marruecos y de un príncipe de Kuwait -"y es verdad que están, no son invenciones", tercia el, fiscal- como implicados en está presunta red de blanqueo de dinero, en la que España desempeñaba un papel marginal. Ahora, en cambio, se habla sólo del arzobispo. No hay ninguna comisión rogatoria para Kuwait ni para Marruecos. ¿No será que el fiscal se ha dejado arrastrar por el éxito periodístico?

"No nos hemos dejado arrastrar", dice. "Ya ha visto que en Italia tampoco se ha dado demasiada importancia al tema del arzobispo. El italiano está acostumbrado a oír de escándalos que implican al clero".

Dudas sobre la investigación

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En medios periodísticos y policiales italianos hay muchas dudas sobre esta investigacion, que parte de la intervención del teléfono de una pescadería propiedad de un presunto delincuente. Los fiscales seleccionaron las conversaciones que hablaban de movimientos de dinero.

Así llegaron a Riccardo Marocco, un italiano vinculado a la sociedad milanesa Prosystem -"aparentemente legal", dice Ormanni-, que el 5 de junio de 1994, de madrugada, dijo a una francesa llamada Solange, con la que pensaba casarse: "¿Sabes quién ha pasado la operación de España?". "No", responde ella. "El arzobispo de Barcelona", dice él, y ambos se ríen. "Pero ¿dónde has pescado a ése?, prosigue Solange. "Me han dicho que, si las cosas siguen así, a finales de año seré...". "Bendito", corta ella. "No, obispo".

El fiscal Ormanni confirma que ésta es la única conversación grabada en la que se alude al arzobispo. El pasado 1 de diciembre, Marocco declaró que él no pudo cerrar la operación referida, por lo que ignora si ésta se llevó a cabo. Añadió que supo de la presencia del arzobispo de Barcelona en el supuesto negocio porque se lo dijo una catalana llamada Montse Romeo, que reside en Milán y trabaja en Prosystem. Y explicó que la operación consistía en el cambio de los 500 millones de liras ya citados a dólares, con un descuento del 15%. Las liras serían del arzobispo de Barcelona y los dólares de un tal Hans Kung, nombre que coincide con el de un teólogo alemán que se lleva fatal con el Vaticano, a diferencia del arzobispo Carles.

Ormanni considera imposible que estos nombres sean seudónimos. "Eso ha quedado descartado", dice. Y cree que el dinero cambiado es sucio, no porque conozca su procedencia, sino porque un cambio legal de divisas no se hace de ese modo ni con esos descuentos. Marocco está en libertad sin cargos y Montse Romeo, que es quien supuestamente le dijo a Marocco que el arzobispo era el contacto en Barcelona, ni siquiera ha sido llamada a declarar. El fiscal insiste, en cambio, en interrogar a Carles.

"Sólo Dios lo sabe"

"Espero poder interrogar al arzobispo cuanto antes. Lo que pase luego, sólo Dios lo sabe", dice. Le pregunto si se siente aludido por el periódico vaticano, L'Osservatore Romano, cuando dice que la magistratura italiana es "un poder que ha roto los márgenes de las leyes del Estado" y que es percibido como "arrogante". "No", responde. "Nosotros trabajamos con gran seriedad y humildad".

La Conferencia Episcopal Española lamentó ayer 1as calumniosas imputaciones que ponen en duda la honorabilidad del cardenal arzobispo de Barcelona y que tienen su origen en falsos indicios aireados con ligereza por algunos miembros de la Magistratura italiana". La conferencia agradece "el trato prudente y crítico dado por la mayor parte de los medios de comunicación" y 1amenta que en algunos casos no se hayan tenido en cuenta la ética periodística".

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