Reportaje:

Sopa de pulgas

Una mujer descubre una legión de bichos en un paquete de sémola de trigo

Como cada noche, el pasado viernes, la familia de Esther Fernández, de 33 años, cenó sopa. Unos dolores repentinos les castigaron el estómago. A todos menos a la hija pequeña la única que no tomó ese plató. Al día siguiente, otra vez sopa. Pero esta vez en el caldo, además de coditos, la familia descubrió unos "pequeños tropezones con antenas": una legión de bichos que al hervir flotaron moribundos por los platos.La mujer descubrió que los diminutos insectos venían del paquete de coditos de sémola de trigo que por 59 pesetas compró en un supermercado de la avenida de Hellín, en ...

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Como cada noche, el pasado viernes, la familia de Esther Fernández, de 33 años, cenó sopa. Unos dolores repentinos les castigaron el estómago. A todos menos a la hija pequeña la única que no tomó ese plató. Al día siguiente, otra vez sopa. Pero esta vez en el caldo, además de coditos, la familia descubrió unos "pequeños tropezones con antenas": una legión de bichos que al hervir flotaron moribundos por los platos.La mujer descubrió que los diminutos insectos venían del paquete de coditos de sémola de trigo que por 59 pesetas compró en un supermercado de la avenida de Hellín, en el distrito de San Blas. "¡Qué asco!", exclamaba ayer Esther, mientras cogía el paquete con dos dedos, lo abría y señalaba los bichitos que alegremente correteaban entre la pasta. "El viernes cenamos la sopa y no nos dimos cuenta de nada. Nos pusimos enfermos mi marido, mi hijo mayor y yo. Fue al día siguiente, al tomar de nuevo la sopa, cuando mi marido se dio cuenta de que el plato estaba lleno de bichitos flotando muertos. Cogimos el paquete de fideos y vimos con horror a los bichos. ¡Pero qué asco!".

Esther llamó ayer a la Organiización de Consumidores y Usuarios (OCU) para dertunciar el estado de la pasta. Pero, según ella, al no ser socia le dijeron que no podía presentar denuncia. Luego llamó al 010 (información municipal), y no mostraron demasiado interés por su historia. "Sólo me han dicho que harían una inspección en el supermercado, pero no entiendo cómo van a hacerlo sin comprobar, antes si es verdad o no lo que cuento"

En el supermercado de la avenida de Hellín la encargada de la tienda se mostraba ayer sorprendida. -De verdad? Pobre señora" pero, que nosotras sepamos, no le ha pasado a nadie más. De verdad, nunca hemos tenido ninguna protesta de nuestros clientes".

Ricardo Currás, responsable de calidad de la cadena de supermercados, fue ayer tajante: "¿Y cómo se puede saber si los bichos estaban dentro del paquete? Es mucho más normal que, una vez abierto, sean los bichos los que entren y se instalen. Es prácticamente imposible que entre ningún tipo de pulga o semejante después de los controles de calidad a los que sometemos a los productos. De verdad es muy raro, y nos preocupa enormemente".

"Ahora va a resultar que soy una guarra", responde Esther. Ella aseguraque utilizó el paquete de fideos el mismo día en que los compró. El paquete, que caduca en 1997 y que pesa medio kilo, tiene una vistosa etiqueta que indica la "calidad superior" del producto. Esther cerró el paquete con una pinza.

"El asunto lo vamos a poner en manos de la Dirección General de Consumo, porque de verdad que creemos, que no tenemos culpa de: nada", afirma Ricardo Currás.

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Casos similares se han registrado en otras ocasiones, Nunca se ha producido sanción, porque Consumo considera que no se: puede culpar al producto cuando ya está abierto. Aunque haya que abrirlo para ver qué hay dentro.

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