ONCOLOGÍA

El personal de vuelo presenta mayor riesgo de padecer cáncer

Científicos finlandeses han observado que las radiaciones soportadas por las tripulaciones de los aviones pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de hueso y piel así como leucemia. La investigación se publicó la pasada semana en la revista científica British Medical Journal.

Eero Pukkala, investigador del Archivo Finlandés del Cáncer, sostiene que añadiendo como factor de riesgo el estilo de vida (ingestión de grasas y alcohol, tabaquismo y embarazos tardíos), las azafatas que llevan 15 años de servicio presentan el doble de posibilidades de desarrollar cáncer de mama. En...

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Científicos finlandeses han observado que las radiaciones soportadas por las tripulaciones de los aviones pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de hueso y piel así como leucemia. La investigación se publicó la pasada semana en la revista científica British Medical Journal.

Eero Pukkala, investigador del Archivo Finlandés del Cáncer, sostiene que añadiendo como factor de riesgo el estilo de vida (ingestión de grasas y alcohol, tabaquismo y embarazos tardíos), las azafatas que llevan 15 años de servicio presentan el doble de posibilidades de desarrollar cáncer de mama. Entre los pilotos, por su parte, se da una de las mayores propensiones a la leucemia.

La radiación cósmica se duplica cada vez que se ascienden 1.500 metros. Los neutrones y los rayos gamma recibidos varían según la altitud, latitud y actividad solar. Según Pukkala, las dosis soportadas por los empleados de las líneas aéreas son superiores y más constantes que las recibidas por el resto de la población.

Durante su estudio, analizó la trayectoria de 1.764 azafatas y sobrecargos que han trabajado en la compañía aérea de Finlandia desde 1967. Los 20 casos de cáncer de mama contabilizados suponen el doble de lo esperado por los expertos. En el caso del cáncer de huesos, el riesgo de padecerlo era 15 veces superior a la media nacional, según la investigación.

El trabajo subraya, sin embargo, que son necesarios más análisis, en otros países y con otras tripulaciones, para confirmar estas tendencias. Los investigadores hacen hincapié también en que la raiación recibida se acumula y, por los tanto, difiere de la sufrida por los supervivientes de explosiones atómicas o los enfermos irradiados. En estos grupos suelen fundarse pruebas epidemiológicas similares.

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