La crisis política española persigue a González en su viaje a Bulgaria

ENVIADO ESPECIALNi siquiera arropado por el manto de la presidencia de la Unión Europea (UE) consigue Felipe González hacer olvidar fuera de España la crisis que sacude al Ejecutivo. "El presidente del Gobierno español viaja a Bulgaria mientras en su país se desata un nuevo escándalo", titulaba el diario sensacionalista de Sofía 24 Horas su artículo de presentación de la visita que inició ayer el jefe del Gobierno.

Éste, proseguía el periódico, "es el año más difícil para el PSOE", que ha sufrido una "sonada derrota" en las municipales. Su secretario general es además "acu...

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ENVIADO ESPECIALNi siquiera arropado por el manto de la presidencia de la Unión Europea (UE) consigue Felipe González hacer olvidar fuera de España la crisis que sacude al Ejecutivo. "El presidente del Gobierno español viaja a Bulgaria mientras en su país se desata un nuevo escándalo", titulaba el diario sensacionalista de Sofía 24 Horas su artículo de presentación de la visita que inició ayer el jefe del Gobierno.

Éste, proseguía el periódico, "es el año más difícil para el PSOE", que ha sufrido una "sonada derrota" en las municipales. Su secretario general es además "acusado" por el juez Baltasar Garzón de ser "el cerebro de los escuadrones de la muerte", es decir, los GAL. "El Gobierno de González pierde apoyo", titulaba, por su parte, el diario Democracia refiriéndose a las últimas declaraciones del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.

González recordó a su llegada que este desplazamiento es el primero que efectúa como presidente del Consejo Europeo, y en el discurso que pronunció en la cena que le ofreció su homólogo Jan Videnov intentó rebatir las críticas que algunos Gobiernos del Este han hecho a España por "olvidarse" de ellos durante su semestre al frente de la UE.

Aproximación del Este

España, afirmó, "por su propia historia comprende mejor que nadie ese deseo de pleno reencuentro de Bulgaria con el resto de Europa y apuesta por ello con firmeza por la ampliación de la UE a los países del Este y del centro". "La presidencia española (...) está volcada en acciones concretas dirigidas a facilitar la rápida y armónica aproximación de dichos países a la Unión".A pesar de estas buenas palabras, González no está en condiciones de acceder a lo que le piden a gritos sus interlocutores: sacar de la lista negra elaborada por el Grupo de Schengen a Bulgaria, a cuyos ciudadanos se exige visado para viajar a la Europa desarrollada. "Para los búlgaros son ahora los Estados de Schengen los que han levantado un nuevo telón de acero que les impide ir al Oeste", asegura un diplomático. Suprimir este requisito requiere el consenso de los siete miembros del grupo, algo imposible de alcanzar.

El no de González va a suponer un jarro de agua fría. A juzgar por los titulares de la prensa, se contaba con él para hacer ese favor. "El encantador Felipe nos sacará de la lista negra de Schengen", afirmaba ayer 24 Horas, mientras el rotativo Standart señalaba que González está dispuesto a borrar a Bulgaria de ese maldito elenco.

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El huésped español ha recibido además otras solicitudes. Videnov y el jefe del Estado búlgaro, Jelio Jelev, desean asistir a la cumbre europea de diciembre en Madrid, con la que concluirá la presidencia española de la UE, y a la Conferencia Euromediterránea de Barcelona. González está meditando si aceptará sus peticiones.

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