20 millones de portadores

La esperanza suscitada por las pruebas de vacunas sigue teniendo sus tremendas sombras. En España, el presidente de la Sociedad Española Interdisciplinar del Sida, Rafael Nájera, se mostró esta misma semana muy pesimista. "El sida es una pandemia", dijo, "para la que no existe a la vista un tratamiento eficaz. Hay ensayos de vacunas, pero de eficacia más bien nula". Nájera calculó que para el año 2000 habrá 40 millones de personas infectadas en el mundo, porque aumenta en un 20% anual. Hoy padecen sida unos 4,5 millones, y 20 millones son portadores. En España, hasta finales de junio, habí...

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La esperanza suscitada por las pruebas de vacunas sigue teniendo sus tremendas sombras. En España, el presidente de la Sociedad Española Interdisciplinar del Sida, Rafael Nájera, se mostró esta misma semana muy pesimista. "El sida es una pandemia", dijo, "para la que no existe a la vista un tratamiento eficaz. Hay ensayos de vacunas, pero de eficacia más bien nula". Nájera calculó que para el año 2000 habrá 40 millones de personas infectadas en el mundo, porque aumenta en un 20% anual. Hoy padecen sida unos 4,5 millones, y 20 millones son portadores. En España, hasta finales de junio, había 33.000 casos registrados.

Hace dos semanas, el hospital General de San Francisco, con el Grupo de Ensayos Clínicos del Sida de EE UU, confirmó que el medicamento AZT es ineficaz en los tratamientos tempranos. Nájera cifra, no obstante, en un 70% del AZT en la reducción de casos de transmisión de la enfermedad al feto de una embarazada seropositiva.

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La mayoría de los especialistas coinciden en que la prevención es básica. Condones y jeringuillas desinfectadas son métodos inexcusables. "Las medidas preventivas", dice Nájera, "son sencillas y baratas, pero no están siendo eficaces porque frente a ellas hay intereses económicos, sociales y religiosos".

En Estados Unidos, el pasado miércoles se informó de que la venta de jeringuillas sin receta ha reducido entre los drogadictos la costumbre de compartir agujas, lo cual influirá positivamente contra el contagio del sida. Según las autoridades de Connecticut -Estado que ha liberalizado la venta de jeringuillas, igual que Dakota del Norte, Alaska, Iowa y Carolina del Sur-, así se cambia "drásticamente la conducta sin costo público".

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