El eterno Bob Dylan inicia en Bilbao su gira española

Bob Dylan ya tiene 54 años. No parece que en los últimos tiempos haya sido presa de alguna revelación como las que en el pasado le llevaron a convertirse en practicante de la ortodoxia judía o en propagandista convencido del catolicismo. Todo indica que se halla instalado en la duda permanente, alejado, de los dogmas, los manuales de uso y las grandes ofertas ideológicas. El cantante, inició ayer en Bilbao una gira que le llevará por cinco ciudades más a lo largo del mes de julio.Nunca ha sido más verdadera su poesía ni más potente su música que en los confusos tiempos que corren, tan distinto...

Bob Dylan ya tiene 54 años. No parece que en los últimos tiempos haya sido presa de alguna revelación como las que en el pasado le llevaron a convertirse en practicante de la ortodoxia judía o en propagandista convencido del catolicismo. Todo indica que se halla instalado en la duda permanente, alejado, de los dogmas, los manuales de uso y las grandes ofertas ideológicas. El cantante, inició ayer en Bilbao una gira que le llevará por cinco ciudades más a lo largo del mes de julio.Nunca ha sido más verdadera su poesía ni más potente su música que en los confusos tiempos que corren, tan distintos de aquellos en los que todo aparentaba estar mucho más claro y los enemigos se distinguían a lo lejos, y el jovencito judío llegado a, la gran ciudad visitaba al viejo Woodie Guthrie, enfermo en un hospital neoyorquino, para mostrarle la frase que llevaba grabada en su guitarra: "Ésta es una máquina para matar fascistas".

Era 1962, y de la fusión entre el country y el blues nacía el rock, el gran cajón de sastre en el que iba a desarrollarse la música popular de nuestros tiempos, hasta acabar convirtiéndose en el actual zumbido planetario. Pero este hombre jugaba en otro terreno; el ideológico, el que nacía en la tradición folclórica popular con contenido social.

Como bien decía una de sus canciones emblemáticas, los tiempos estaban cambiando. Arrancaba la tumultuosa década de los sesenta y detrás quedaba la posguerra y con ella el punto exacto en el que más pareció concretarse el ideal del sueño americano. El rígido sistema de valores imperante empezaba a saltar por los aires y el futuro se teñía de sangre y miedo con la llegada de la guerra de Vietnam. Se ha hablado mucho de la importancia que tuvo su gesto al electrificarse y romper los austeros esquemas de aquellos cantautores comprometidos como su maestro Guthrie, pero, visto ahora en la distancia, parece que hizo lo obvio, ser fiel a su generación.El rock adulto

El rock, se dice, se hizo adulto con Dylan, que le aportó el elemento literario. Pero tal vez habría que revisar esta historia del rock que aún parece estructurarse en lo cronológico. Dylan no puede leerse como quien sigue las fechas de un calendario. Pese a los vuelcos y revuelcos de su carrera artística y de su trayectoria humana, su obra es un todo compacto. Quien lo dude que vaya a verle actuar en este paso por nuestro país. Podrá comprobar cómo en su repertorio no hay canciones viejas ni nuevas, todas son viejas y nuevas al mismo tiempo; cada una de ellas vuelve a ser escrita cada vez que la canta.

Este hombre que fue un mito generacional, que vivió a toda velocidad y se estrelló varias veces, que ha sido un ídolo popular en el peor sentido de la palabra, que posiblemente siga siendo multimillonario y excéntrico como sólo los dioses de nuestro tiempo pueden serlo, parece ahora haberse quedado en una especie de estado inalterable, algo más encogido, pero ya eternizable.

Las próximas actuaciones de Bob Dylan en España son: el día 19, en Madrid (La Riviera); el 20,en Cartagena (Puerto); el 21, en Valencia (Velódromo); el 24, en Barcelona (Poble Espanyol), y el 25, en Zaragoza (Palacio de los Deportes).