Cartas al director

Año de la tolerancia

Es el año de la tolerancia y siento no poder hacer gala de ella. Cuando todos debemos hacer un especial esfuerzo por conseguir aceptar al otro tal como es, he sucumbido ante el espanto de la injusticia y me he vuelto fundamentalista del raciocinio. No he podido aguantar el asesinato por una bandera y una independencia simbólica cuya imposibilidad se palpa en la sangre derramada, en el secuestro y en el silencio atenazado por el miedo. Quiero comprender y no puedo. Quiero aceptar al abertzale tal como es, pero el instinto me impulsa al odio, me carcome la impotencia, las palabras se agol...

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Es el año de la tolerancia y siento no poder hacer gala de ella. Cuando todos debemos hacer un especial esfuerzo por conseguir aceptar al otro tal como es, he sucumbido ante el espanto de la injusticia y me he vuelto fundamentalista del raciocinio. No he podido aguantar el asesinato por una bandera y una independencia simbólica cuya imposibilidad se palpa en la sangre derramada, en el secuestro y en el silencio atenazado por el miedo. Quiero comprender y no puedo. Quiero aceptar al abertzale tal como es, pero el instinto me impulsa al odio, me carcome la impotencia, las palabras se agolpan en mi boca como un sordo grito que intento reprimir.Quisiera que ellos se justificaran y así poder comprenderles aunque creo que mi amor por la vida y la libertad me lo impiden; son una barrera infranqueable. Estamos situados en dos extremos donde no hay término medio, donde no consigo que medie un ápice de tolerancia y lo siento, pero no puedo evitarlo.-

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