Cartas al director

Otra vuelta de tuerca

El señor Borrell, el Gobierno todos nosotros sabemos que muchos empresarios, comerciantes y profesionales liberales declaran sólo una parte de sus ingresos al fisco. También sabemos que muchos parados están empleados en la economía sumergida. Sabemos que existe una enorme bolsa de dinero negro. Sabemos que prácticamente sólo una parte de los funcionarios (aquellos a los que el Gobierno no les complementa su sueldo con cargo a los fondos reservados) y una parte de los asalariados (aquellos a los que su empresa se lo declara todo) contribuyen por el ciento por ciento de sus ingresos.El sistema f...

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El señor Borrell, el Gobierno todos nosotros sabemos que muchos empresarios, comerciantes y profesionales liberales declaran sólo una parte de sus ingresos al fisco. También sabemos que muchos parados están empleados en la economía sumergida. Sabemos que existe una enorme bolsa de dinero negro. Sabemos que prácticamente sólo una parte de los funcionarios (aquellos a los que el Gobierno no les complementa su sueldo con cargo a los fondos reservados) y una parte de los asalariados (aquellos a los que su empresa se lo declara todo) contribuyen por el ciento por ciento de sus ingresos.El sistema fiscal vigente, que podría ser teóricamente justo en un país serio, resulta tremendamente injusto en un país como España, donde el mismísimo presidente del Gobierno pone la mano en el fuego y firma cartas públicas de apoyo a los corruptos. Sabemos que utilizar la declaración de la renta como instrumento para decidir la concesión de ayudas públicas (becas, viviendas de protección oficial, etcétera) beneficia a los defraudadores y castiga a los honrados, que pagan más y encima reciben menos prestaciones públicas.

En lugar de intentar corregir este sistema, el señor Borrell, defensor de la solidaridad obligatoria, propone dar una vuelta más a la tuerca de este instrumento objetivamente injusto, para obligar al castigado colectivo que realmente contribuye por el ciento por ciento de sus ingresos a ser todavía más solidario con los defraudadores y con los ladrones de los fondos reservados. ¿Hasta cuándo tendremos que aguantar esta injusticia?.-

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