Alberto Elvira decide retirarse al terminar la novillada

El novillero Alberto Elvira tomó ayer la decisión de retirarse tras finalizar la novillada en la que participó. Elvira, de 21 años, dijo a Efe que "las cosas no salieron como yo esperaba y he tomado la decisión de retirarme". Añadió que no ve su futuro claro como torero, después de haber actuado seis tardes en Las Ventas en las que "una veces no he tenido suerte y otras no las he aprovechado".Con respecto a la actuación de ayer, Elvira dijo que el público estuvo muy frío con él. "Incluso en el segundo me desmoralicé, porque nuevamente estuvieron muy duros conmigo, exigiéndome como a una figura...

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El novillero Alberto Elvira tomó ayer la decisión de retirarse tras finalizar la novillada en la que participó. Elvira, de 21 años, dijo a Efe que "las cosas no salieron como yo esperaba y he tomado la decisión de retirarme". Añadió que no ve su futuro claro como torero, después de haber actuado seis tardes en Las Ventas en las que "una veces no he tenido suerte y otras no las he aprovechado".Con respecto a la actuación de ayer, Elvira dijo que el público estuvo muy frío con él. "Incluso en el segundo me desmoralicé, porque nuevamente estuvieron muy duros conmigo, exigiéndome como a una figura del toreo". El coletudo calificó la decisión de irrevocable, aunque admitió que todavía no la había comunicado a su padre.

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Su padre, Andrés Elvira, dijo a este periódico, a últimas horas de la noche, que aún no había hablado con Alberto: "Lo he oído por la radio y me ha sorprendido, pero yo respetaré su decisión". Agregó que él nunca le había obligado a ser torero "y por tanto tampoco le obligaré a seguir, si no quiere". En un tono sereno calificó a su hijo, que estudia primero de Derecho, de un magnífico estudiante y un gran trabajador, "que me ayuda mucho en la tienda de muebles". Sobre la última actuación de Alberto explicó que "yo lo vi bien, pero parece que el público no, y él es el que manda". Por contra, Felipe Lafita, propietario de los novillos de El Torreón que se lidiaron, era feliz: "Es para estar satisfecho, porque la novillada fue de lujo". Reconocía, no obstante, dos pequeños lunares: la poca clase del sexto, "que se quedó muy parado, aunque sin peligro", y la escasa fuerza general del encierro, "con el lado positivo de que se vinieron arriba en la muleta". Lafita añadía que los novilleros debieron cortarles varias orejas: "Lástima que fallasen tanto con la espada".

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