¿Repetir el intento antes de fin de siglo?

Todos dicen que el asunto no está zanjado.Y que la adhesión a la UE volverá a plantearse formalmente, "dentro de tres, cuatro o cinco años", como señala la ministra de Comercio Grete Knudsen. Antes, parece imposible, las heridas están aún abiertas. Y la gente "está harta de esta discusión", describe Erik Solheim, presidente del Partido de Izquierda Socialista. Los más europeístas desearían replantear el asunto enseguida, pero saben que sería un sueño inútil. "Es una paradoja, pero cada día trátamos de demostrar que estábamos equivocados", afirma el presidente de la patronal refiriéndose a la n...

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Todos dicen que el asunto no está zanjado.Y que la adhesión a la UE volverá a plantearse formalmente, "dentro de tres, cuatro o cinco años", como señala la ministra de Comercio Grete Knudsen. Antes, parece imposible, las heridas están aún abiertas. Y la gente "está harta de esta discusión", describe Erik Solheim, presidente del Partido de Izquierda Socialista. Los más europeístas desearían replantear el asunto enseguida, pero saben que sería un sueño inútil. "Es una paradoja, pero cada día trátamos de demostrar que estábamos equivocados", afirma el presidente de la patronal refiriéndose a la necesidad de minimizar los efectos del aislamiento.Algunos creen que la Conferencia Intergubernamental (CIG) que debe reformar en 1996 el Tratado de Maastricht puede ser la ocasión para reanudar el debate. "Cuando acabe, los noruegos verán que la UE no es los EE UU de Europa", arguye Kaci Kullmann, portavoz del Partido Conservador. Los más férreos partidarios del no, comparten esta impresión, como con arrepentimiento. Pero ponen condiciones: que la CIG de prioridad a las políticas nacionales y aborde los grandes asuntos que . preocupan a la. gente, como el empleo. "Si 1996 da paso a la ampliación hacia el este, muchos noruegos que estaban en contra también querrán entrar", profetiza Solheim.

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Desde ya, Noruega pretende entrar en el Club de Schengen, que suprimió las fronteras para los ciudadanos: Suecia y Finlandia -también candidatas-, y Dinamarca, asociada, la apoyan, porque todos quieren conservar el pasaporte nórdico que rompió sus barreras. Pero se plantean problemas jurídicos.

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