Washington deporta a otro grupo de "balseros" desoyendo las protestas del exilio cubano

Las autoridades norteamericanas deportaron ayer a un segundo grupo de 11 balseros cubanos, poniendo de manifiesto su decisión de no ceder a las presiones de los exiliados más conservadores de Miami, quienes han anunciado nuevas medidas de fuerza contra la Administración de Clinton en protesta por los acuerdos migratorios firmados con Cuba.

Los balseros salieron de la isla el 29 de abril y fueron rescatados el miércoles en dos grupos por un guardacostas de EE UU. El primero partió de Caibarién, en Villa Clara, y estaba integrado por nueve personas, entre ellas una mujer...

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Las autoridades norteamericanas deportaron ayer a un segundo grupo de 11 balseros cubanos, poniendo de manifiesto su decisión de no ceder a las presiones de los exiliados más conservadores de Miami, quienes han anunciado nuevas medidas de fuerza contra la Administración de Clinton en protesta por los acuerdos migratorios firmados con Cuba.

Los balseros salieron de la isla el 29 de abril y fueron rescatados el miércoles en dos grupos por un guardacostas de EE UU. El primero partió de Caibarién, en Villa Clara, y estaba integrado por nueve personas, entre ellas una mujer embarazada, El segundo, formado por dos, salió de la provincia de Ciego de Ávila por la costa norte.

Los repatriados fueron recibidos en el puerto de Cabañas por la cónsul de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba, así como por funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores. Una ambulancia esperó en el muelle al guardacostas Baronof, que atracó a las 11 de la mañana, y de inmediato desembarcó a Anabel Ruiz, de 22 años, embarazada de dos meses y con riesgo de abortar. Los repatriados fueron trasladados luego a un centro de tránsito en La Habana y de ahí a sus casas.

"El acuerdo se está cumpliendo magníficamente, con claridad y colaboración de ambas partes", dijó en Cabañas un funcionario cubano, asegurando que era "alentador" que EE UU se hubiese dado cuenta de que su política migratoria no la podía dictar el exilio cubano.

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