Cartas al director

Las mujeres en Sudán

El pasado 8 de marzo se celebró el Día de la Mujer. Sin desestimar las justas reivindicaciones de las mujeres de países como España, escribo esta carta para llamar la atención de lo que pasa un poco más allá de nuestras fronteras, esas delimitaciones geográficas que separan muchas veces lo que nos importa de lo que no nos importa.En Sudán, por ejempo, el país más grande de Áfrrica, la situación de las mujeres es especialmente frágil respecto a los derechos humanos. Tomemos una de las noticias que nos llegan: un guardia dio el alto a una universitaria que vestía blusa y falda, a finales de 1993...

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El pasado 8 de marzo se celebró el Día de la Mujer. Sin desestimar las justas reivindicaciones de las mujeres de países como España, escribo esta carta para llamar la atención de lo que pasa un poco más allá de nuestras fronteras, esas delimitaciones geográficas que separan muchas veces lo que nos importa de lo que no nos importa.En Sudán, por ejempo, el país más grande de Áfrrica, la situación de las mujeres es especialmente frágil respecto a los derechos humanos. Tomemos una de las noticias que nos llegan: un guardia dio el alto a una universitaria que vestía blusa y falda, a finales de 1993, y la conminó a que se cambiara de atuendo. La estudiante se negó. Le propinaron 25 latigazos. Esto no es la excepción, sino la regla. Muchas mujeres sudanesas han sido encarceladas sin juicio, han sido flageladas, violadas, matadas "¡legítimamente" y vendidas como esclavas. Hay también un gran número de mujeres desplazadas y refugiadas, y las pocas que se atreven a reclamar sus derechos sufren trágicas consecuencias.

Creo que los medios de comunicación deberían informar más a fondo sobre estos problemas, aunque no sucedan en nuestro país. Los latigazos que reciben las mujeres de Sudán deben dolernos a todos. Las mujeres vendidas como esclavas son una acusación permanente ante el mundo entero. Las voces de las mujeres en prisión, frecuentemente violadas y asesinadas por sus guardianes, gritan su espanto a todos los Gobiernos que se muestran impasibles frente a estos horrores. Es necesario que los medios de comunicación, la opinión pública y finalmente los Gobiernos se muestren dispuestos a condenar y, sobre todo, a actuar frente a estas gravísimas violaciones de los derechos humanos-

Miguel Ángel Ramos.

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