Tribuna:EL FUTURO DE LA ALIANZA ATLÁNTICA

Por una OTAN ampliada y efectiva

El autor subraya que la decisión de admitir a un nuevo miembro en la OTAN es político y que la asociación para la paz es el camino natural para su futura integración

En la reunión del Consejo del Atlántico Norte (CAN) del pasado diciembre, los ministros de Exteriores de la OTAN reafirmaron la decisión de ampliar la OTAN y adoptaron la iniciativa norteamericana de "iniciar un proceso de análisis en el seno de la Alianza para determinar cómo se ampliará la OTAN, los principios que guiarán este proceso y lo que implica el ser miembro". Los ministros de Defensa se adhirieron a la decisión del CAN y afirmaron que colaborarían plenamente en el proceso de análisis. Una vez reconocido el papel crucial de la Asociación para la Paz (APP) en la expansión de la OTAN, ...

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En la reunión del Consejo del Atlántico Norte (CAN) del pasado diciembre, los ministros de Exteriores de la OTAN reafirmaron la decisión de ampliar la OTAN y adoptaron la iniciativa norteamericana de "iniciar un proceso de análisis en el seno de la Alianza para determinar cómo se ampliará la OTAN, los principios que guiarán este proceso y lo que implica el ser miembro". Los ministros de Defensa se adhirieron a la decisión del CAN y afirmaron que colaborarían plenamente en el proceso de análisis. Una vez reconocido el papel crucial de la Asociación para la Paz (APP) en la expansión de la OTAN, el análisis incluirá una valoración de cómo puede contribuir la APP al proceso. Los ministros, del CAN, acordaron presentar los resultados de las deliberaciones a los socios interesados antes de la próxima reunión en diciembre de 1995 en Bruselas.Durante las discusiones que desembocaron en la decisión del CAN, los aliados revelaron serias dudas relativas a la conveniencia, de establecer criterios explícitos para la admisión en la OTAN. EE UU comparte estas reservas. El establecer criterios rígidos y detallados podría llevar a malentendidos y recriminaciones entre la OTAN y los candidatos desilusionados cuando la OTAN admita a nuevos rniembros. Podría situar a la Alianza en la difícil posición de tener que rendir cuentas explícitamente ante la opinión pública sobre la aptitud de otras naciones en cuestiones tan delicadas como su compromiso con la democracia y con un mercado libre. La decisión de admitir un nuevo miembro en la OTAN es de naturaleza política. Los miembros de la OTAN se comprometen a considerar un ataque contra un miembro como un ataque contra todos, un compromiso que supone implicaciones extremadamente serias para una nación. Los ministros del CAN han tenido esto en cuenta y han acordado que la ampliación se decidirá "caso por caso".

Es importante recordar que la admisión de un nuevo miembro requiere el consentimiento unánime de los 16 miembros actuales y, en la mayor parte de los casos, medidas. parlamentarias. Y los Parlamentos de los miembros son libres de aplicar los criterios que considere oportunos. Evidentemente, según el sistema constitucional. [norteamericano], el brazo ejecutivo no podría establecer criterios relativos a consultas de la Alianza que corresponderían a la facultad del Senado de aconsejar y aprobar la admisión de un nuevo miembro en la OTAN.

Aunque existen reservas sobre la conveniencia de establecer criterios explícitos o rígidos, también está claro que las decisiones relativas al ingreso no se tomarán en vacío. El secretario de Estado [norteamericano] Christopher dejó clara la postura de EE UU respecto a la ampliación: "Todas las naciones deberán ser consideradas individualmente. Ninguna nación fuera de la OTAN tendrá veto sobre ninguna otra. Sin embargo, desde nuestro punto de vista, hay ciertos requisitos fundamentales para el ingreso, que están reflejados en el Tratado de Washington. Los nuevos miembros deben ser democracias de mercado comprometidas con políticas de seguridad. responsables y capaces de aportar una contribución a la Alianza".

El comunicado del CAN dice: "Todos los nuevos miembros de la OTAN serán miembros plenos de la Alianza y disfrutarán de los derechos y asumirán las obligaciones de su calidad de miembros". Además, los ministros "acordaron que la ampliación debería fortalecer la efectividad de la Alianza, contribuir a la estabilidad y seguridad de todo el área euro-atlántica y apoyar nuestro objetivo de mantener una Europa no dividida. Deberá llevarse a cabo de modo que proteja la capacidad de la Alianza para desempeñar sus funciones básicas de defensa común y para garantizar el mantenimiento de: la paz y otras nuevas mísiones...". También recordaron el preámbulo del Tratado de Washington: "Las partes de este tratado reafirman su fe en los propósitos y principios de la Parta de las Naciones Unidas y su deseo de vivir en paz con todos los pueblos y todos los Gobiernos. Están decididas a salvaguardar la libertad, el patrimonio común y la civilización de sus pueblos, según los principios de la democracia, la libertad individual y el imperio de la ley. Pretenden fomentar la estabilidad y el bienestar del área del Atlántico norte. Están empeñadas en unir sus esfuerzos en aras de la defensa colectiva y la preservación de la paz y la seguridad".

Además de evaluar la cuestión de los criterios, se solicitó que se abordasen las medidas para garantizar la plena cooperación e interoperatividad militar de los nuevos miembros potenciales. La Alianza está tratando estas cuestiones a través de la Asociación para. la Paz (APP) y los aliados a través de programas bilaterales. En el pasado, en algunas sedes se consideraba que la APP y la ampliación de la OTAN eran alternativas distintas y que los esfuerzos enérgicos en favor de una significaban el abandono de la otra. No es así: una APP sólida y una OTAN ampliada deben trabajar, y trabajarán, Juntas para que ambas se refuercen mutuamente.

En la APP hay actualmente 25 socios: todos los Estados de Europa central, los países del Báltico, Suecia, Finlandia, Austria, todas las antiguas repúblicas soviéticas (excepto Tayikistán) y Eslovenia y Albania. Ningún socio tiene garantizada su pertenencia ni su exclusión a priori. De manera realista, no todos los miembros aspiran a cumplir o pueden cumplir las exigencias de la pertenencia inmediata a la Alianza. Para ellos, la APP tendrá una función inapreciable y perdurable acercándolos a la Alianza y dando pruebas concretas de la preocupación de la OTAN por su seguridad. Pero par a los. miembros que se unan finalmente a la OTAN, la APP será el camino de integración. Actualmente, la OTAN está consolidando la APP para que cumpla su función como dispositivo permanente de la seguridad europea. En la reciente serie de encuentros ministeriales, la OTAN inició un proceso de planificación defensiva de la APP y aprobó un ambicioso programa de maniobras para 1995. El objetivo de ambas iniciativas es profundizar la cooperación de la OTAN en el ámbito militar con sus nuevos socios y mejorar la capacidad de las fuerzas de los socios para operar con las de la OTAN. Estas iniciativas son importantes para todos los socios que pueden unirse a operaciones multinacionales con aliados, y serán inapreciables en la preparación de aquellos que tienen interés en convertirse en miembros plenos de la OTAN.

Otro aspecto importante de la ampliación son sus implicaciones para la defensa colectiva. Una necesidad clave es garantizar que se preserva la capacidad militar de la Alianza después de la integración de nuevos miembros. Los requisitos defensivos de la expansión son muy exigentes, y plantean una serie de complejas cuestiones. Por ejemplo, una OTAN ampliada tendrá que ampliar su proceso de planificación defensiva para incluir a nuevos miembros no habituados a sus procedimientos. También tendrá que determinar los recursos que exige una Alianza mayor y -quizá un punto más crítico- encontrar los medios para satisfacer estas exigencias en un momento en que los presupuestos de defensa están siendo recortados en toda la OTAN. Los nuevos miembros deben contribuir a las necesidades de seguridad de la Alianza, y no limitarse a ser simples consumidores.

La necesidad de normalización y operatividad es otro reto al que se debe responder si la OTAN pretende mantener militarmente efectivas sus fuerzas. Tiene, literalmente, cientos de, acuerdos de normalización sobre criterios, equipamiento, procedimientos y aprovisionamiento, que los nuevos miembros deberán asimilar. La expansión planteará también complejas cuestiones sobre el mando y la estructura de las fuerzas. La decisión del CAN de afrontar la ampliación fue un logro importante para la política de EE UU. Estamos resolviendo junto con nuestros aliados las complejas y delicadas cuestiones planteadas. Todos estamos de acuerdo en que la OTAN se amplíe, y resulta crucial que se haga de manera que mejore la seguridad global de Europa y evite nuevas divisiones con vistas al reto de una pertenencia completa a la Alianza.

Estamos complementando este esfuerzo con programas de asistencia bilateral. Los programas de preparación e intercambio se elaboran cada vez más con vistas a apoyar los objetivos de la APP. Además, en el año fiscal de 1995 utilizaremos 30 millones de dólares en financiar maniobras y otros programas con las naciones asociadas. Para 1996, el Gobierno norteamericano ha solicitado 100 millones de dólares para asistencia bilateral y así hacer progresar los objetivos de la APP. Estamos instando a nuestros aliados a proporcionar un apoyo similar. Reconocemos que los socios tienen las principales obligaciones en la financiación y que nuestros aliados de la OTAN deben asimismo poner de su parte para que el programa tenga éxito.

Con este fin, EE UU busca decididamente el debate en la OTAN sobre la ampliación. Y EE UU está decidido, a garantizar que la OTAN cumple el ambicioso y exigente compromiso del CAN de presentar los resultados de estas deliberaciones a los socios interesados antes de la reunión ministerial del CAN de diciembre de 1995 en Bruselas.

William Perry es secretario de Defensa de Estados Unidos.

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