CONFLICTO PESQUERO

Progresa la negociación, pero Londres se aparta de sus 14 socios

Junto al incremento de la batalla política, progresaban ayer, y aceleradamente, las negociaciones entre la UE y Canadá. A última hora de la tarde se convocó una reunión de urgencia entre el presidente de la Comisión, Jacques Santer, la comisaria de Pesca, Emma Bonino, y el responsable de Relaciones Comerciales, Leon Brittan. Los tres debían decidir políticamente sobre lo que habían preparado los técnicos en sus reuniones previas: dos páginas que versaban sobre cuestiones políticas (la ley canadiense), el control de las capturas, y las cuotas correspondientes a cada parte.Medios de la Co...

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Junto al incremento de la batalla política, progresaban ayer, y aceleradamente, las negociaciones entre la UE y Canadá. A última hora de la tarde se convocó una reunión de urgencia entre el presidente de la Comisión, Jacques Santer, la comisaria de Pesca, Emma Bonino, y el responsable de Relaciones Comerciales, Leon Brittan. Los tres debían decidir políticamente sobre lo que habían preparado los técnicos en sus reuniones previas: dos páginas que versaban sobre cuestiones políticas (la ley canadiense), el control de las capturas, y las cuotas correspondientes a cada parte.Medios de la Comisión indicaban, que se habían registrado "notables progresos". El embajador canadiense ante la UE, Jacques Roy, declaró que ambas partes habían "realizado muchos progresos en sus discusiones", pero se refirió sólamente alas medidas de control para la conservación de las reservas pesqueras.

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Mientras las presiones diplomáticas y jurídicas empezaban a desembocar en un principio de acuerdo, Londres se desmarcó de la solidaridad comunitaria. Abrió camino el secretario del Foreign Office, Douglas Hurd:"Mientras las conversaciones se desarrollan", dijo Hurd a la BBC, "los españoles no deberían pescar en las aguas donde hay dificultades y los canadienses deberían ser cuidadosos en cosas como cortar redes".

Razones inconcretas

Poco después, en la reunión preparatoria del Coreper (Comité de Representantes Permanentes, que reúne a los embajadores de los Quince), el representante británico se opuso, alegando inconcretas "razones de principio", al borrador de una nota verbal apoyada por sus 14 socios, y que debería aprobarse formalmente hoy. Esa nota no anunciaba sanciones comerciales, sino que insistía en la condena de las ilegalidades canadienses.

[El Gobierno canadiense expresó ayer su satisfacción por el apoyo recibido del Reino Unido en el conflicto pesquero con la UE. "Estamos muy satisfechos", manifestó un portavoz de Exteriores a la agencia Efe. El embajador español ante la UE, Javier Elorza, condenó el veto británico, que calificó de "lamentable y desagradable, y advirtió de sus consecuencias.]

Mientras, los pescadores de Cornualles, al suroeste de Gran Bretaña, desplegaban en sus barcos la bandera canadiense en señal de solidaridad con el "país hermano", al tiempo que los parlamentarios laboristas y conservadores, se entregaban en la Cámara de los Comunes a una nueva orgía de críticas y denuncias contra España y su flota pesquera, informa Lola Galán.

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