CONFLICTO PESQUERO

Los embajadores de la UE se niegan a negociar antes de la liberación del 'Estai'

"El asalto a un barco español es el asalto a un barco comunitario. Los 15 países de la Unión Europea, unánimemente, condenan lo ocurrido en alta mar". La afirmación rotunda de John Beck, representante de la Comisión Europea en Canadá, junto a las manifestaciones de los embajadores de España, Francia y Alemania, no dejó ayer lugar a dudas. Los cuatro diplomáticos -la troika comunitaria, más el representante de la Comisión- comparecieron ante los periodistas horas antes de la llegada del Estai para explicar que no han venido a Saint John's a negociar, sino a exigir la libertad de la tripulación,...

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"El asalto a un barco español es el asalto a un barco comunitario. Los 15 países de la Unión Europea, unánimemente, condenan lo ocurrido en alta mar". La afirmación rotunda de John Beck, representante de la Comisión Europea en Canadá, junto a las manifestaciones de los embajadores de España, Francia y Alemania, no dejó ayer lugar a dudas. Los cuatro diplomáticos -la troika comunitaria, más el representante de la Comisión- comparecieron ante los periodistas horas antes de la llegada del Estai para explicar que no han venido a Saint John's a negociar, sino a exigir la libertad de la tripulación, del capitán y del barco.

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La Unión Europea "ha decidido mantener su exigencia de la puesta en libertad inmediata del barco, de su capitán y de la tripulación para que podamos sentarnos en la mesa y negociar de buena fe las diferencias entre la UE y Canadá._Estamos aquí para de mostrar nuestro respaldo total con un país comunitario y con un barco que pescaba legalmente de acuerdo con las normas internacionales", aseguró ayer Alfred Siefer-Gaillardin, embajador de Francia en Canadá. Siefer-Gaillardin se mostro convencido de la existencia de fórmulas para resolver la disputa pesquera "cuando este problema quede resuelto". "Si no hay liberación, las cosas no pueden más que empeorar", advirtió el embajador John Beck, sin concretar más.Poco antes, Jean E. Háche, del Departamento de Pesca de Canadá, señaló que se tomaría a muy corto plazo la decisión sobre las acusaciones por la viola cion de la ley canadiense de Protección Pesquera y que entonces se conocerían las disposiciones sobre el capitán y el barco. El primero podría quedar en libertad bajo fianza y el Estai debería someterse a . una inspección. Los embajadores comunitarios subrayaron que todas las decisiones comunitarias sobre la pesca en los Grandes Bancos se han lo mado, dentro del procedimiento de la NAFO y que la UE está comprometida en la inspección de su flota y en la conservación de los recursos marinos. El embajador español José Luis Pardos subrayó su interés en asistir a la tripulación y conseguir su. inmediata. libertad: "En caso de que sea necesario, ejerceré el derecho de protección diplomática y consular para los tripulantes". El cónsul español en Montreal, Luis Arias, reveló posteriormente que la tripulación no abandonará Saint John's sin el capitán y, que lo ideal sería que algún marinero pudiera quedarse en el Estai después de su llegada a puerto, para ser testigo del comienzo de la inspección. Arias añadió que, en contra de lo que es habitual, será España, y no Canadá, quien se haga cargo de los gastos de estancia y transporte de los marineros.

El embajador español en Otawa no sabe muy bien por qué, pero el gobierno canadiense le ha puesto un guardaespaldas, igual que a los demás diplomáticos comunitarios. José Luis Pardos subraya siempre que no se trata de un problema español, sino comunitario, y que las autoridades canadienses lo han manejado mal desde el principio: "La flota pesquera española está faenando de acuerdo con la reglamentación de la NAFO, está pescando en alta mar, donde rige la bandera del barco, no las normas de otros países, y está actuando con el respaldo de una resolución de la UE, emitida cuando Canadá formuló el viernes de la semana pasada su ultimátum para que se dejara de pescar en esas aguas".Sin revelar detalles, Pardos cree que se está avanzando algo para abordar las negociaciones, pero lamenta la ausencia del clima de entendimiento que ha habido en el pasado: "Este pueblo de Terranova se ha entendido siempre muy bien con la otra orilla del Atlántico. Hace escasamente 10 años, los marineros gallegos y vascos venían aquí, había un Hogar del Marinero en dondo! tenían billar, cine, enfermería... ¡Existe hasta un pueblo llamado Finisterre en Terranova! Esta relación se ha deteriorado y es lógico por el problema de la destrucción de los recursos y del ecosistema marino, de lo que todos somos responsables, pero es incomprensible que no haya voluntad de negociar los problemas, porque resolverlo por la fuerza no es la solución".

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