Cartas al director

De mayor quiero ser diputado

Yo, de mayor, quiero ser diputado. Lo digo porque, a pesar de la enorme responsabilidad que representa tener el mandato institucional de sus millones de electores, en un momento tan trascendental (7-III) como ha sido la comparecencia del ministro Belloch sobre el caso Roldán, se lo han pasado bomba: vean, por ejemplo, el comportamiento de las señorías Trillo y Loyola, por no citar a todos los señores/as diputados/as que, riendo, abucheando, golpeando los escaños, o simplemente comentando la última genialidad dialéctica del orador de turno, propiciaron que el presidente de la mesa tuvier...

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Yo, de mayor, quiero ser diputado. Lo digo porque, a pesar de la enorme responsabilidad que representa tener el mandato institucional de sus millones de electores, en un momento tan trascendental (7-III) como ha sido la comparecencia del ministro Belloch sobre el caso Roldán, se lo han pasado bomba: vean, por ejemplo, el comportamiento de las señorías Trillo y Loyola, por no citar a todos los señores/as diputados/as que, riendo, abucheando, golpeando los escaños, o simplemente comentando la última genialidad dialéctica del orador de turno, propiciaron que el presidente de la mesa tuviera que interrumpir constantemente el hilo del debate.Pienso que el comportamiento general de los diputados en las sesiones parlamentarias es indigno del pueblo al que representan. Son infantiles y groseros. Impresentables. Señorías, que sean felices, pero recuerden, en atención al público en general, que a la mujer del César no le basta con ser honrada: también tiene que aparentarlo ante sus posibles votantes.-

Barcelona.

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