La peseta se acerca a su límite de depreciación en el SME al marcar un mínimo de 88 unidades por marco

El marco alemán volvió a beneficiarse ayer de su carácter de valor refugio para situarse, un día más, en máximos históricos frente a las monedas europeas con problemas políticos o presupuestarios. La peseta, que sufriótanta presión como el franco y la lira, marcó un nuevo mínimo histórico de 87,98 unidades por marco (87,54 la víspera). La moneda española está depreciada casi un 12% con el marco y florín, habiendo consumido gran parte del margen de caída del 15% que tieneen el Sistema Monetario Europeo. El Gobierno descartó ayer la posibilidad de que España abandone este mecanismo. Las ventas a...

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El marco alemán volvió a beneficiarse ayer de su carácter de valor refugio para situarse, un día más, en máximos históricos frente a las monedas europeas con problemas políticos o presupuestarios. La peseta, que sufriótanta presión como el franco y la lira, marcó un nuevo mínimo histórico de 87,98 unidades por marco (87,54 la víspera). La moneda española está depreciada casi un 12% con el marco y florín, habiendo consumido gran parte del margen de caída del 15% que tieneen el Sistema Monetario Europeo. El Gobierno descartó ayer la posibilidad de que España abandone este mecanismo. Las ventas arrastraron también a la deuda española y el diferencial con Alemania se amplió hasta los 4,35 puntos básicos.

La huida hacia la calidad se ensañó ayer con las monedas europeas llamadas periféricas (las que están fuera del área marco). Aunque la peseta no fue la divisa más presionada ayer, las depreciaciones acumuladas en las últimas semanas la han situado muy cerca de su límite de depreciación (91,98). Desde que la crisis mexicana estallara en diciembre y desestabilizara los mercados cambiarios, la divisa española ha perdido 4 pesetas frente al marco, las mismas que le faltan para situarse en el límite de depreciación que tiene asignado en el mecanismo de cambios del SME (91,87). Este límite se amplió al 15% a todas las monedas en la crisis del SME de agosto de 1993.Mientras los inversores extranjeros llamaban a analistas en España para preguntar si la peseta sería expulsada del mecanismo de cambios del SME, el ministro portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, descartaba rotundamente esta posibilidad en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros. Rubalcaba, atribuyó las dificultades de la peseta a la crisis que atraviesan otras divisas europeas y el dólar, e insistió en que no hay razones económicas para la inestabilidad. Pero la crisis política abierta por el caso GAL mantiene a los inversores en guardia.

Algunos analistas atribuyeron el relativo aguante de la peseta -no pasó de 88 unidades por marco- a las "fuertes" intervenciones en su apoyo que, según varios operadores, realizó ayer el Banco de España. El guru financiero Georges Soros aseguró que el banco emisor español está interviniendo masivamente en los mercados, informa Servimedia.

A diferencia de estos últimos días, la culpa de esta nueva caída no la tuvo el dólar que, respaldado por el dato de consumo de bienes duraderos -más fuerte del previsto-, cotizó a 1,4770 marcos (1,4710 el jueves). En Nueva York, sin embargo, retrocedió a 1,4615.

La lira fue la moneda más azotada por los mercados (cayó a 1.200 por marco frente a las 1.103 de la víspera), seguida por el franco, que llegó hasta los 3,53 francos por marco, el nivel más bajo desde octubre de 1993, frente a 3,496 del jueves. Juan Pérez Campanero, economista jefe de JP Morgan en España, opina que Italia es precisamente uno de los principales focos de desestabilización en Europa. "Para muchos extranjeros es como el México europeo", dice. Campanero señala que la crisis de confianza en el Gobierno italiano no está afectando sólo a los inversores extranjeros, sino que comienza a perjudicar al capital local, lo que puede ser el detonante de una crisis mayor.

Mucha influencia en Europa tiene también la debilidad del franco francés. Sometido a presiones especulativas por las crecientes dudas sobre el liderazgo de Edouard Balladúr en las elecciones presidenciales de mayo, la moneda gala "marca la salud del resto de las europeas", señala César Cantalapiedra, de Analistas Financieros Internacionales. "Mientras el franco se mantenga bajo presión, también lo estará la peseta", añade.

En este contexto el marco alemán tiene todas las de ganar. Políticamente estable, Alemania tiene una inflación del 2%, un déficit público del 2,7% del PIB y un crecimiento económico del 2,5%. Y por encima de todo, el Bundesbank (banco central) cuenta con una gran credibilidad en su lucha contra la inflación. Sin embargo, ya empiezan a alzarse voces de preocupación por la extrema fortaleza del marco, que puede perjudicar las exportaciones y "estancar el crecimiento", advierte un informe del Deutsche Bank.

Cae la deuda

El mercado de deuda español, que hasta ahora había quedado relativamente al margen de la tormenta cambiaria, también se vio arrastrado por las ventas. La rentabilidad del bono español a 10 años subió hasta el 11,80%, frente al 11,60% del jueves y el diferencial con el bono equivalente alemán -que refleja la prima de riesgo que se exige a España- se amplió 0,15 puntos hasta los 4,35. Italia sigue estando más penalizada que España, con un diferencial de 5,35 puntos.

La pérdida de valor de la peseta, la unidad base de los mercados españoles, ha hecho caer el volumen de contratación hasta los 16.700 millones. El índice de Madrid perdió ayer un 0,64% tras una semana en la que las alternativas han sido escasas y siempre han estado relegadas a lo que sucediera en el mercado de divisas. La pérdida en la semana es del 1,07%.

Los mercados europeos se dejaron llevar por la evolución de Wall Street. Su índice Dow Jones, que tuvo dificultades durante la sesión para mantenerse por encima de los 4.000 puntos rebasados la víspera, cerró a un nuevo máximo histórico de 4.011,74. Francfort terminó con un avance del 0,02%, mientras que París caía un 1,16% y Londres, el 0,38%. La Bolsa de México cayó un 3,56%, acumulando ya una pérdida del 15,1% en una semana. El peso retrocedió un 3,1%.

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