Un maestro de Granada rompió a un alumno dos dientes de un golpe'

Antonio S. B., maestro de un colegio de la localidad granadina. de Campotéjar, tuvo que comparecer ayer ante el juez para responder de la agresión a un alumno de nueve años al que rompió dos dientes al propinarle un golpe. Los padres del pequeño decidieron retirar la denuncia contra el maestro, que se encuentra expedientado por Educación, para, según dijeron, "no buscarle la ruina, porque son cosas que pasan". Los padres solicitaron, sin embargo, que el maestro no imparta más clases a su hijo, ya que el pequeño le tiene miedo.Los hechos ocurrieron el pasado mes de enero cuando, tras una excurs...

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Antonio S. B., maestro de un colegio de la localidad granadina. de Campotéjar, tuvo que comparecer ayer ante el juez para responder de la agresión a un alumno de nueve años al que rompió dos dientes al propinarle un golpe. Los padres del pequeño decidieron retirar la denuncia contra el maestro, que se encuentra expedientado por Educación, para, según dijeron, "no buscarle la ruina, porque son cosas que pasan". Los padres solicitaron, sin embargo, que el maestro no imparta más clases a su hijo, ya que el pequeño le tiene miedo.Los hechos ocurrieron el pasado mes de enero cuando, tras una excursión, Antonio S. B., maestro en el colegio Tirso de Molina, de Campotéjar, castigó a los alumnos de su clase de 40 de EGB a que se pusieran de cara a la pared y les advirtió que no se movieran. Uno de ellos, Jesús, de 9 años, desobedeció la orden y recibió un golpe en la cabeza por parte del profesor. El pequeño cayó entonces hacia adelante y chocó contra el borde de la pizarra, rompiéndose los dos dientes incisivos.

Cuando el pequeño regresó llorando a casa y contó lo sucedido, sus padres decidieron interponer una denuncia contra el maestro. "Lo que nos dolió`, declaró ayer el padre de Jesús, "fue que el maestro no lo hubiera llevado a casa después de lo que había pasado". Un par de días después, Antonio S. B. pidió disculpas a los padres y les explicó que se había sentido tan conmocionado por su propia actitud que no pudo reaccionar. La delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Granada abrió inmediatamente un expediente disciplinario, al considerar que la agresión había sido "una barbaridad".

El titular del juzgado de instrucción número 4, José María Capilla, archivó el caso después de que los padres de Jesús se negaran a emprender acciones judiciales contra el maestro, quien huyó despavorido de fotógrafos de prensa y cámaras de televisión a su salida del juzgado.

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