Los bomberos de un pueblo comprometen al Gobierno belga

¿Puede el régimen lingüístico de un cuerpo de bomberos cuestionar la supervivencia de un Gobierno de coalición? En principio no, aunque tratándose de los bomberos que intervienen en el pueblo de Fourons, situado al este del país, todo es posible. El primer ministro, Jean-Luc Dehaene, consiguió parar la primera crisis lingüística seria que Amenazaba una coalición democristiana/ socialista y flamenco/valona, en el poder desde 1991.Las cuatro reformas sucesivas de la Constitución que han conducido al modelo federal de Estado prevén dos comunidades con una sola lengua: en el norte, la lengua ofici...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

¿Puede el régimen lingüístico de un cuerpo de bomberos cuestionar la supervivencia de un Gobierno de coalición? En principio no, aunque tratándose de los bomberos que intervienen en el pueblo de Fourons, situado al este del país, todo es posible. El primer ministro, Jean-Luc Dehaene, consiguió parar la primera crisis lingüística seria que Amenazaba una coalición democristiana/ socialista y flamenco/valona, en el poder desde 1991.Las cuatro reformas sucesivas de la Constitución que han conducido al modelo federal de Estado prevén dos comunidades con una sola lengua: en el norte, la lengua oficial es el neerlandés y en el sur el francés. La región de Bruselas capital es bilingüe.

Si el entramado lingüístico institucional consigue funcionar más o menos adecuadamente, el pueblo de Fourons plantea periódicamente problemas que pueden provocar la caída del Gobierno central, como ocurrió en dos ocasiones. En 1962, Fourons fue incorporado a Flandes, contra la opinión mayoritaria de sus 4.000 habitantes de expresión francófona. El acuerdo, que suponía el traslado de otro pueblo flamenco a Valonia, fue ratificado por una mayoría parlamentaria, incluyendo el voto de los socialistas francófonos.

El último incidente lingüístico se centró en el servicio de bomberos. En caso de incendio en Fourons, que no dispone de bomberos, éstos proceden de la ciudad más cercana, que es francófona. Las llamadas son, por tanto, atendidas por una centralita valona, lo que plantea dificultades para los habitantes flamencos, que se quejaron de esta discriminación. La solución a este nuevo problema la trajo la técnica: las llamadas de urgencia serán desviadas hacia una centralita bilingüe que podrá avisar a los bomberos habituales, y pedir, si la víctima es flamenca, la intervención eventual de bomberos de Flandes.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En