"La situación es explosiva en Rusia y temo que haya nuevas fugas de artistas", afirma Yuri Temírkanov

Cuando en 1988 el músico cauásico Yuri Temírkanov (1938) se convirtió en director titular de la Filarmónica de San Petersburgo, sucediendo al legendario Yevgueni Mravinski, afrontó el reto de democratizar la más célebre de las orquestas rusas. Casi cinco años después, ve el futuro con pesimismo, pero afirma que no abandonará Rusia aunque la situación política y económica sea "catastrófica". "Los músicos no pueden vivir con su sueldo y necesitan hacer giras para sobrevivir", asegura Temírkanov, que hoy y mañana dirige su orquesta en el Auditorio Nacional de Madrid.Ternírkanov no niega que mucho...

Cuando en 1988 el músico cauásico Yuri Temírkanov (1938) se convirtió en director titular de la Filarmónica de San Petersburgo, sucediendo al legendario Yevgueni Mravinski, afrontó el reto de democratizar la más célebre de las orquestas rusas. Casi cinco años después, ve el futuro con pesimismo, pero afirma que no abandonará Rusia aunque la situación política y económica sea "catastrófica". "Los músicos no pueden vivir con su sueldo y necesitan hacer giras para sobrevivir", asegura Temírkanov, que hoy y mañana dirige su orquesta en el Auditorio Nacional de Madrid.Ternírkanov no niega que muchos músicos han abandonado Rusia a causa de la grave situación económica que vive el país, pero intenta desdramatizar la situación. "Puedo demostrar que la lista de músicos que abandonaron la Filarmónica de San Petersburgo cuando Mravinski era su titular es mucho mayor que la de los que se han ido en los últimos cinco años", asegura.

El director caucásico, que desde 1981 es principal director invitado de la Royal Philharmonic Orchestra de Londres y que dirige asiduamente a las mejores orquestas de Europa y Estados Unidos, afirma que permanecer en Rusia hoy es una declaración de principios. Temírkanov se declara profundamente desencantado con la actuación del Gobierno de Borís Yeltsin. "Es imposible hacerlo peor, se ha desatado una lucha por el poder, y la cultura, como siempre, es la última de la lista", afirma. "En estos momentos el Gobierno no puede ni pagar los billetes y el alojamiento de los músicos en un desplazamiento desde San Petersburgo a Moscú. La situación es explosiva y temo que vuelva de nuevo a producirse una fuga de artistas".