Bueyes y viento deslucieron la inauguración
Dos factores contribuyeron para que resultara deslucida y monótona la corrida inaugural de la temporada 94-95: la bueyada que salió por toriles y el viento que sopló durante el festejo.David Silveti lidió al segundo en la zona del ruedo donde menos molestaba el viento. Trató de hacerse del endeble y soso astado pero no logró acoplarse a la problemática embestida del animal.
Después de un bochornoso incidente provocado por un espontáneo que saltó al ruedo con intenciones de torear utilizando su chaqueta, Silveti inició su tarea con el cuarto. Ejecutó pases estatuarios y quiso torear por ...
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Dos factores contribuyeron para que resultara deslucida y monótona la corrida inaugural de la temporada 94-95: la bueyada que salió por toriles y el viento que sopló durante el festejo.David Silveti lidió al segundo en la zona del ruedo donde menos molestaba el viento. Trató de hacerse del endeble y soso astado pero no logró acoplarse a la problemática embestida del animal.
Después de un bochornoso incidente provocado por un espontáneo que saltó al ruedo con intenciones de torear utilizando su chaqueta, Silveti inició su tarea con el cuarto. Ejecutó pases estatuarios y quiso torear por el pitón izquierdo pero el medio recorrido y la cabeza alta del bicho no se lo permitieron. Como no quedó conforme con su actuación, cometió el error de regalar el sobrero de la misma ganadería. Éste resultó ser un marmolillo y aunque el diestro estuvo forcejeando para hacerlo acudir, no lo logró.
Santiago/ Silveti, Gilio, Vázquez
Siete toros de De Santiago (7º, sobrero, de regalo), terciados impresentables, descastados y flojos (excepto 3º y 6º)David Silveti: tres pinchazos y estocada caída (abucheos); estocada corta (silencio); pinchazo hondo y descabello (palmas). Arturo Gilio: pinchazo y media desprendida (aplausos y salida al tercio); estocada, otra tendida -aviso- y cinco descabellos (silencio). Javier Vázquez, que confirmó la alternativa: estocada contraria (división y saluda); estocada (aplausos y salida al tercio). Se destocó el banderillero Beto Preciado por dos magníficos pares al 2 de la tarde. Monumental Plaza México, 6 de noviembre. Inauguración de la temporada. Lleno.
Arturo Gilio recibió al tercero, el único bovino pronto y que humilló al embestir, con seis cadenciosas verónicas que remató rodilla en tierra. El hispano Javier Vázquez, al hacer un quite, provocó al diestro de Torreón y éste se creció y ejecutó unas vistosas revoleras sin soltar la punta del capote y girando. Exponiendo mucho colocó tres formidables pares de banderillas que pusieron al público de pie. Inició su trasteo con pases por alto sentado en el estribo y después instrumentó ligadas series de naturales muy templadas y derechazos bajando la mano. Perdió la oreja por no acertar con el acero. Con el áspero y distraído quinto Gilio mostró sus progresos y aunque trató de lucirse no lo logró por la peligrosa mansedumbre del animal.
La actuación del madrileño Javier Vázquez en el toro de su confirmación, resultó intrascendente. Aunque el enemigo que abrió plaza era tardo y calamocheaba, Vázquez se vio dubitativo y le faltó firmeza. Por momentos exhibió detalles pero la ocasión precisaba más entrega.
Al salir al ruedo el sexto vuelve a aparecer otro espontáneo. Éste persigue maratonianamente al cornúpeta en dos vueltas al anillo, hasta hacerlo saltar al callejón. Al regresar al ruedo, el toro derriba aparatosamente al picador, Ricardo Pacheco, sin consecuencias. Para entonces ya no soplaba el viento pero Javier Vázquez tampoco pudo acoplarse al toro y sólo dibujó un quite por chicuelinas. Aunque la fiera era pegajosa tenía buen recorrido, pero el espada de Chamberí la trasteó sin dar la distancia idónea y la ahogaba. Lástima, porque el ejemplar se prestaba para que el madrileño mostrara la clase de su estilo. Otra vez será.